Crítica ‘La casa del dragón’: la digna heredera de ‘Juego de Tronos’ que todos estábamos esperando

Crítica completa de ‘La casa del dragón’, la ambiciosa precuela de ‘Juego de Tronos’ que HBO Max estrena este lunes 22 de agosto en España con una enorme expectación.

Juego de Tronos‘ pasó de ser una serie para frikis que jugaban a ‘Dragones y Mazmorras’ a un auténtico fenómeno global. A lo largo de sus 8 temporadas, la serie de HBO fue sinónimo de calidad, de sorpresas, de giros dramáticos y un carrusel sinfín de actores y actrices con un talento bestial. Pero la última temporada rompió el idilio entre el público y la ficción, y el mundo hizo como ‘Juego de Tronos’ nunca había existido. Un final dramático para una producción televisiva que marcó una época. Y desde HBO piensan redimirse con su precuela ‘La casa del dragón’. 

Al poco de terminar ‘Juego de Tronos’, se anunciaron un puñado de spin-off para seguir manteniendo viva la llama. Pero el que iba más adelantado, protagonizado por Naomi Watts, fue cancelado antes casi de empezar. Todos pensábamos que ‘La casa del dragón‘ podría correr la misma suerte, pero desde HBO apostaron por ella y ya la tenemos aquí, en nuestras pantallas. Y sí, nos hace recordar por qué amábamos tanto ‘Juego de Tronos’. Pero antes de hacer una crítica sobre sus primeros episodios, que se van a estrenar cada lunes en España, vamos a descubrir de qué trata realmente ‘La casa del dragón’.

Historia ambientada 172 años «antes de Daenerys Targaryen», y en el noveno año del reinado de Viserys Targaryen (Paddy Considine), un rey cuya línea de sucesión está en peligro. Su esposa Aemma (Sian Brooke) está embarazada, aunque no hay garantía de que dé a luz a un heredero varón. Si no lo hace, entonces el Trono de Hierro recaerá bien sobre el hermano de Viserys, Daemon, un gobernante salvaje y potencialmente tiránico (Matt Smith); o bien, rompiendo con la tradición, en la hija adolescente de Viserys, Rhaenyra (Milly Alcock), cuyo reclamo del trono está destinado a tener una fuerte oposición.

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Las comparaciones son odiosas

E igual que promete la sinopsis aquí no vamos a encontrar esa épica de las últimas temporadas de ‘Juego de Tronos’. O, al menos al comienzo. Los primeros capítulos de ‘La casa del dragón’ nos cuentan una historia repleta de intrigas palaciegas, diálogos mordientes e inteligentes, y una fotografía espectacular. Sí, es cierto que todos hemos venido aquí por las batallas, las puñaladas traperas y, obviamente, por los dragones. Pues hay un poco de todo. Y sí, es impresionante ver un mundo en el que los dragones aún no estaban extintos. Solo imaginad por un momento que uno de los dragones de los Targaryen es casi cinco veces más grandes que Drogon, uno de los dragones de Daenerys.

El ritmo, aunque no lo parezca, es bastante acelerado, y pasan muchas cosas en los primeros episodios de la temporada. Pero en su beneficio, hay pocos personajes. Siempre comparándola con ‘Juego de Tronos’ que ya solo en el primer capítulo nos había mostrado a decenas de personajes relevantes para la trama. Todo en ‘La casa del dragón’ está más comedido, más acotado. Y eso hace que ciertas intrigas brillen mucho más, siempre dándonos la sensación de la inseguridad de todos los personajes. No en vano, George R. R. Martin firma el guion así que un consejo: no os encaprichéis con nadie.

Un reparto a la altura

El reparto, al igual que la serie madre de HBO, está a la altura, con multitud de rostros poco conocidos para el gran público, pero que cumplen con creces. Una gran Milly Alcock, que interpreta a la joven Rhaenyra; un brillante Paddy Considine, que interpreta al rey Viseras. Y, sobre todo, un Matt Smith que disfruta con la villanía de su personaje, el ya famoso gracias a ‘Juego de Tronos’, Daemon Targaryen. Aunque este último, al menos en los primeros capítulos, tiene en su contra unas decisiones un tanto cuestionables a la hora del guión. Pero Matt Smith solventa todo, porque su carisma y su presencia son inigualables.

Es verdad que, según avanzan los capítulos, cada vez vemos más similitudes con ‘Juego de Tronos’. Y quizá esperábamos que se alejara de ella mucho antes. Pero es que al final es una precuela de una enorme serie de la cultura popular. Recordemos lo que pasó con la trilogía de precuelas de ‘Star Wars’ y cómo fueron denostadas al alejarse demasiado de lo que conocíamos. Con ‘La casa del dragón‘ podría pasar lo mismo, por lo que desde HBO han querido apostar por algo más continuista, con destellos de lo que está por llegar que, tenemos seguridad plena, será grandioso.

¿La mejor saga de fantasía?

Hay un salto temporal a mitad de la temporada que, además, beneficia mucho a la historia. Los personajes más adolescentes crecen unos cuantos años. Tantos que cambian los actores, y nos encontramos con Emma D’Arcy como Rhaenyra y Olivia Cooke como Alicent, que dan otros matices a sus personajes. El problema es que aún no tienen el carisma suficiente. No hay unos Stark o unos Lannister con los que encariñarse al momento.

Pese a todo, con Miguel Sapochnik como showrunner y director, ‘La casa del dragón’ tiene una factura brutal y se nota que HBO se ha dejado dinero y presupuesto. La banda sonora sigue llevándonos de vuelta a Poniente, y aunque las comparaciones van a seguir estando ahí, desde ‘La casa del dragón’ han querido abrazarlas más que distanciarse de ellas, convirtiendo a la serie en una digna heredera de ‘Juego de Tronos’ que promete crecer, y mucho, en los siguientes años. Porque esta serie de fantasía tiene un largo recorrido si juega bien sus piezas, eso desde luego. 

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La casa del dragón