Borja Prado dejará la presidencia de Mediaset España de forma inminente, antes incluso de acabar el año como así avanzó El Economista y pudo verificar El Televisero. Una noticia de gran calado para el grupo audiovisual que llega en su peor momento y tras haber trascendido una guerra interna sin precedentes entre el magnate y los consejeros delegados; los italianos Alessandro Salem y Massimo Musolino.
Esta habría sido la causa principal por la que el expresidente de Endesa ha decidido dimitir tras apenas 22 meses en el cargo como así indica el citado periódico. En ese sentido, El Confidencial va más allá y habla de un malestar en Borja Prado por "discrepar con la línea editorial" de Telecinco. En su momento, ya se apuntó a su idea de "derechizar" la cadena en contra de lo que pretendía Salem, que era desideologizar la compañía.
Ese conflicto interno entre ambos directivos que sacó a la palestra Informalia hace unos meses se agudizó presuntamente cuando -entre mayo y junio- se produjo una reorganización del cuadro directivo de Mediaset. Borja Prado, que había recibido el aval inicialmente para controlar la línea editorial de los programas informativos, fue relegado a funciones institucionales. Una figura simbólica como lo fue su antecesor Alejandro Echevarría.
Sin embargo, esas rencillas aireadas entre Prado y Salem no solo estaban propiciadas por las intenciones del primero de extralimitarse en sus funciones e influir en la línea editorial de ‘Informativos Telecinco’; también se destapó que ambos estaban en posturas enfrentadas por el futuro de Jorge Javier Vázquez en la cadena, pues, al parecer, los intereses de uno y otro eran muy diferentes.
Además de todo esto, El Confidencial recoge que Borja Prado había perdido el favor de los hijos herederos de Silvio Berlusconi tras su fallecimiento el pasado mes de junio. Y es que su nombramiento fue un encargo muy personal del difunto político y empresario. El problema es que, según el mencionado medio, el directivo "ha comprobado que no ha podido ejercer el poder que le dio Berlusconi cuando le propuso como presidente en marzo de 2022, que era renovar la parrilla y cambiar la línea editorial".
Entretanto, se apunta a que la realidad política tras las últimas elecciones generales también habría influido en su decisión de abandonar Mediaset. Todo, en un contexto especialmente convulso en la compañía audiovisual con las audiencias de Telecinco en un estado crítico y con una imagen denostada en beneficio de los grupos Atresmedia y RTVE.
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