Susanna Griso se percata que lo emitido le puede acarrear una multa y detiene ‘Espejo Público’

Susanna Griso conectaba con dos hosteleros que sufrieron el simpa de dos clientes y llamaba la atención al cámara de ‘Espejo Público’ por lo que estaba grabando.

Si hay algo en televisión que tiene que estar muy cuidado es la publicidad. Las cadenas de televisión viven de ella pero además pueden sufrir multas de la CNMC si hacen propaganda encubierta de determinadas marcas. Y por eso, Susanna Griso ha tenido que llamar la atención al cámara de ‘Espejo Público’ este lunes por lo que había enfocado en directo en una conexión.

‘Espejo Público‘ se hacía eco del caso de dos hosteleros valencianos que habían sufrido un ‘simpa’ de dos clientes que se fueron sin pagar 1.000 euros. «Es un semi simpa. Ha ocurrido en Valencia, el local dio aviso que había dos clientes que habían pagado 400 euros de una cuenta de 1.080 euros. Es cuando intentan huir y la policía les cogen. Y de hecho se les imputa un delito de estafa», explicaba Diego Revuelta.

Justo después, el copresentador de Susanna Griso daba paso a la reportera que se encontraba junto a los hosteleros afectados. Durante la conexión, los hosteleros explicaban que su restaurante es «bastante económico» pero que en la carta tienen una «carta de champagnes» y empezaron a pedir «botellas y botellas de Don Perignon y el consumo va subiendo».

«El encargado cuando se acercó a ellos querían el ‘champagne’ más caro de la carta, tampoco sabemos por qué. No vamos a cuestionar al cliente», aseveraba uno de los socios del restaurante. Mientras el cámara de ‘Espejo Público’ optaba por hacer un plano de un refrigerador del comedor en el que guardan las botellas de champagne en lugar de mantener el foco en los dos hosteleros.

Fue en ese momento, cuando Susanna Griso rápidamente tuvo que intervenir para dar un toque de atención al cámara por lo que acababa de mostrar en pantalla. «¡Ay… El ‘champagne’«, reprochaba la presentadora. «Una conocida marca de ‘champagne'», le matizaba Diego Revuelta. Por último, era Lucía Etxebarría la que apostillaba a modo de broma que «cuyo nombre no queremos enfocar«.