Netflix ha estrenado 'Desparejado', su nueva comedia de temática LGTBIQ+, con Neil Patrick Harris como protagonista absoluto, se confirma como una entretenida revisión de 'Sexo en Nueva York'
Netflix se caracteriza muchas veces por sacar gran cantidad de contenido y no promocionarlo debidamente. Al final, dar bombo a todo lo que producen es complicado, y hay grandes series que se quedan en tierra de nadie, sin que la gente les preste mucha atención. No queremos decir que 'Desparejado' sea una gran serie, pero sí que quizá se hubiera merecido mucha más promoción de la que ha recibido antes de su estreno.
Desde Estados Unidos se han especializado en este tipo de series. Desde hace mucho tiempo. Un personaje que lo pierde todo al comienzo de la historia y tiene que ir recolocando las piezas de su vida poco a poco, aprendiendo valiosas lecciones por el camino. Y 'Desparejado' cumple todos los clichés en sus 8 capítulos (quizá una temporada demasiado corta. La historia pedía, al menos, el doble de episodios, con un ritmo mucho más rápido).
Michael pensaba que su vida era perfecta hasta que su esposo lo sorprendió al irse después de 17 años. Michael tiene que enfrentarse a dos pesadillas: perder a su alma gemela y, de repente, encontrarse como un hombre gay soltero de unos 40 años. Esa es la premisa de 'Desparejado', que recuerda tanto en su inicio, como en su desarrollo, a la mítica 'Sexo en Nueva York'. De hecho, si nos fijamos bien, podemos encontrar dobles de Samantha, de Miranda, de Charlotte... incluso de Mr. Big.
Una serie detenida en el tiempo
Quizá 'Desparejado' es lo que esperaban los fans de 'Sexo en Nueva York' que fuera 'And just like that...'. Porque al final, la serie de Netflix por momentos parece estar anclada en ese momento entre finales de los 90 y principios de los 2000. Solo hay que prestar atención a su banda sonora, que parece más sacada de una película de Woody Allen que de una serie de 2022.
La serie comienza fuerte, con una ruptura que hace que nos enganche el personaje desde casi el primer momento. Y, sobre esa ruptura, se desencadena todo lo que vemos a continuación: la inseguridad de volver al mundo de las citas tras una relación de casi 20 años y cuando pensabas que tenías tu vida ya resuelta. Es verdad que vuelve a caer en el cliché de que el fin último de la vida es tener pareja, o eso parece motivar al protagonista, un estupendo Neil Patrick Harris. Y es por eso que a veces, la serie de 'Desparejado' parece rodada en otro tiempo, en otra época, y no en la actualidad.
Se nota la mano detrás de Darren Star, creador de 'Sexo en Nueva York', porque por momentos todo parece muy perfecto, muy cartón piedra. Pero al final es una serie que no busca mostrarnos los dramas duros de la vida, como otras series de relaciones de pareja. No. 'Desparejado' busca jugar desde el humor cínico e irónico, ya no solo de su protagonista, sino del resto de personajes. El problema es que no siempre lo consigue.
El show de Neil Patrick Harris
Neil Patrick Harris es un animal televisivo, de eso no hay duda. Consiguió convertir en absoluto protagonista a un personaje tan machirulo y despreciable como Barney Stinson en 'Cómo conocí a vuestra madre'. Es verdad que, en una serie como 'Desparejado', su Michael puede llegar a ser cansino e incluso insoportable en algunos momentos de mitad de temporada, pero Neil sabe cómo llevarle por el buen camino, tanto a él como a nosotros como espectadores. Se mueve como pez en el agua, y demuestra una vez más lo buen actor que es, sobre todo en los momentos dramáticos que, sorprendentemente, hay muchos más de los que podíamos esperar.
Su Michael es igualito a Carrie. Egoísta, egocéntrico, pero con carisma, y eso hace que no lo despreciemos. Bueno, no siempre. Porque cuando conocimos a Carrie, era otra época. Ahora quizá no nos guste tanto un personaje así, y nos llamen más otros secundarios. Como el personaje interpretado por Marcia Gay Harden que, aunque es plano y sin mucho recorrido, la actriz consigue hacerlo mucho más interesante.
¿Una serie desfasada?
Otro de los principales problemas es que, a estas alturas, no incida más en la crítica una serie como 'Desparejado'. Sí, tiene ese humor cínico e irónico. Pero no todas las bromas caen bien, y muchas se sienten fuera de lugar, de otra época. Le habría sentado muy bien a la serie contar con un equipo de guionistas jóvenes, e incluso con personajes veinteañeros que cuestionaran las dinámicas de poder que ejercen varios de los protagonistas, mucho más adultos y asentados.
Pero al final estamos delante de una sitcom base que no busca problemas ni cuestionar nada más allá de 'qué difícil es ser gay en Nueva York'. Así que 'Desparejado' acaba siendo una serie más que, en siguientes temporadas, podría crecer exponencialmente si se dejara. Neil seguro que está por la labor. Solo falta que su creador, Darren Star, quiera hacerla crecer de verdad.
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