Crítica de la semana: ¿Ya no late el corazón en televisión?

ANÁLISIS | Semana del 4 al 10 de abril de 2022

Si recuperásemos una 'Teleindiscreta' de hace 15 años veríamos que la parrilla de televisión estaba plagada de espacios dedicados al mundo del corazón. En sus múltiples estilos y lenguajes, los formatos que analizaban la prensa rosa eran de lo más habituales en la pequeña pantalla. Personajes, personajillos y colaboradores de lengua afilada iban rotando por los programas de televisión dando vida a un género que tenía a la audiencia obnubilada. Pero la demanda ya no es la que era. Algo que no solo es constatable en el terreno televisivo con la crisis de 'Sálvame' como máximo exponente, solo hace falta ir a los quioscos y ver el stock de revistas para darse cuenta del declive del sector.

¿Somos menos cotillas ahora que hace 20 años? Probablemente no, ya que la razón de ser de Instagram y derivados es el fisgoneo. Por ello no es baladí que la decadencia de la prensa rosa haya coincidido con el boom de las redes sociales. Ya no hace falta que nadie nos mastique las miserias ajenas cuando podemos acudir directamente a ellas a través de los perfiles de los propios personajes. Siendo conscientes o no de ello, los famosos que antes repudiaban la exposición de su vida privada a través de la pequeña pantalla ahora son ellos mismos los que proporcionan el contenido a sus feligreses. Pero claro, ganando el dinero directamente y sin intermediarios que puedan desvirtuar su discurso.

Digamos entonces que la prensa del corazón ha dervidao en una especie de 'Hola!' personalizado por cada creador de contenido. Cada celebrity selecciona entre las vanidades de su vida cual decide exponer y el consumidor contribuye a que la industria siga girando a través de sus follows y likes. Un negocio redondo para el personaje pero nada aprovechable para revistas o programas del corazón.

¿Cuál es entonces el futuro del corazón? Está claro que la cara bonita de la fama ya no tiene sentido plasmarla a través de los medios cuando los propios generadores de noticias pueden tener sus canales a través de las redes sociales. El negocio para televisiones está en especializarse, en generar sus propios personajes y en entender que en la interacción entre estos está el aliciente para cautivar a la audiencia. El conflicto.

"Es evidente que 'Sálvame' vive una crisis de audiencia, pero continúa siendo de largo el magazine con más espectadores de la TV"

El mercado televisivo ha cambiado y la audiencia nunca será la de antes, pero que si analizamos las audiencias veremos que las tertulias relacionadas con el cotilleo siguen siendo las que más share aportan, por delante de las deportivas, las políticas y las de divertimentos varios. Como 'Sálvame', es evidente que vive una crisis de audiencia, pero continúa siendo de largo el magazine con más espectadores de la televisión. Parte de su desgaste viene de lo exprimidos que están ya sus personajes y del poco jugo que pueden aportar con sus vidas cuando ya lo han contado todo. Hace unos años se generaban múltiples tramas entre ellos cada semana, y ahora hay una acontecimiento a destacar de sus vidas cada 5 meses.

Por eso hacen falta más Anabeles Pantoja o Martas Riesco, celebridades semi vírgenes de las que sacar provecho con todo lo que les queda por vivir y llorar. Hay que renovar el stock de personajes y empezar a hurgar en la vida de aquellos que se mueven muy cómodamente por el universo virtual pero que la televisión debería bajar al barro. Influencers que quizás no conozcan de nada un matrimonio jubilado de Torrelodones pero que pueden despertar el interés televisivo de aquellos que solo acuden a la pequeña pantalla de uvas a peras. La transición no será fácil, pero la vida de color de rosa que se nos vende a través de Instagram también termina empachando. La cara B del famoseo patrio todavía tiene su sitio, solo hace falta actualizar las tácticas para extraer el petróleo. La materia prima sigue estando, la curiosidad del ser humano por husmear en la vida del vecino nunca ha muerto.