La concursante de 'Los gipsy kings' se reencontró con su hija en la casa antes de ser proclamada cuarta finalista.
Las cuatro finalistas de 'GH VIP 7' vivieron este jueves una nueva gala llena de emociones. Las cuatro recibieron la visita de las personas más especiales de su vida: sus madres y la hija en el caso de Mila Ximénez.
Noemí Salazar llevaba tiempo quejándose de que no había recibido nada de su madre y que estaba preocupada por si le pasaba algo. Y es que Raquel Salazar desapareció de la televisión al poco de tener una gran discusión con Jorge Javier al principio del reality. Desde entonces apenas ha aparecido para defender a su hija. ¿El motivo? Una depresión.
En su emotivo reencuentro, eso fue lo primero que le quiso aclarar Raquel a su hija. "Yo, la verdad, es que la he liado un poco, pero todo ha acabado bien", empezaba confesándole a su hija. "Tú sabes que soy muy sentida. Yo no tengo filtro y no he nacido para que se metan con mi hija, yo no soy la de ‘las papelas del camión’. Tengo un pronto muy malo, sin querer, pero no pasa nada. Ya está todo solucionado”, le explicaba.
Asimismo, Raquel aprovechó para abrirse con su hija y decirle que "tengo una depresión de caballo". Lo que le ha impedido acudir a las galas y debates a defenderla, aunque lo ha seguido haciendo a través de las redes. "El Antón está hecho un fiera, menudo gigoló", decía destacando el buen trabajo que ha hecho el marido de Noemí para defenderla.
Noemí, cuarta finalista
Tras su reencuentro con su madre, Noemí vio como tenía que abandonar la casa de Guadalix de la Sierra como cuarta finalista tras haber sido la menos votada de cara a la victoria.
"Lo sabía. Os quiero mucho, no os preocupéis de nada, os quiero con toda mi alma", les decía a sus compañeras antes de despedirse y de darles las gracias por haber compartido con ella todos estos meses.
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