ANÁLISIS DE AUDIENCIAS | Semana del 14 al 20 de mayo de 2018
El eterno actor secundario, esa figura en ocasiones menospreciada que dejó de esperar su oportunidad para adquirir el papel principal o que languidece contra su voluntad en un segundo plano.
Hay eternos secundarios que tuvieron su momento para ocupar la primera silla pero que la voracidad del medio o la mala suerte relegaron de nuevo a sus antiguos menesteres. Tania Llasera, que llegó a presentar en 2010 el último late night divertido que se recuerda en España, vive desde hace años encerrada entre las bambalinas de ‘La Voz’. La que fuera chica Intermedio lo tenía todo para ser una de las caras de Telecinco pero llegó Sandra Barneda y ocupó una de las pocas plazas que tiene la cadena para las mujeres en las noches de su parrilla. No es que Sandra le robara el sitio a Tania, pero el despuntar de una vino acompañado del ostracismo de la otra. La Llasera tiene la virtud de ser cercana e irónica al mismo tiempo, es de esos casos en que telegenia e inteligencia van de la mano. Su momento pasó pero no descartemos que vuelva algún día, por el momento las cosas no le van nada mal como secundaria de ‘La Voz Kids’. El talent musical arrasaba el pasado lunes en su final con un demoledor 27,8% de share, convirtiéndose en el rey de su género por delante del fenómeno OT o del omnipresente ‘Factor X’.
La gran oportunidad para Silvia Abril está a punto de llegar, su puesta de largo al frente de un programa está prevista para este verano, pero mientras llega su momento tendremos que conformarnos con su papel secundario en ‘La noche de Rober’. Como el título del formato indica llevando el nombre de su presentador, es un espacio hecho a medida de Roberto Vilar, un gallego amado en su tierra que da el salto rodeo nacional. El programa de Antena 3 descendía esta semana hasta un escueto 8,8% de share, una cifra preocupante en una noche tan desaborida televisivamente como la del viernes. La nueva apuesta de Antena 3 es un Hormiguero para la tercera edad, con un presentador mucho menos ególatra que Motos pero con una visión del entretenimiento desfasada para la variada oferta audiovisual que existe en 2018. Un plató con exceso de colorido y falta de metros cuadrados para cumplir su objetivo de gran show televisivo. El entrevistado no viene a contar nada, viene a jugar pero en vez de hacerlo en un parque de atracciones se queda enclaustrado en un ascensor destartalado. Lo mejor, Silvia Abril, que corre el riesgo de saturar si nadie en la dirección tiene ojo para vislumbrar que su talento para el humor tiene muchos más vértices que el de la imitación desparramada.
Hay otro tipo de secundario que les da igual el terreno en el que jueguen, tienen la habilidad de caer en gracia y encajar en cualquiera de los registros que desempeñen. Es el caso de Gisela, una artista 360 como diría Paquita Salas, tanto sirve para hacerle los coros a Rosa en Eurovisión como para recibir insultos de La Pringada en su puesta de largo en el terreno de la ficción, Gisela siempre cumple sin altivezas y con una sonrisa. No es que yo sea precisamente un fiel seguidor de la carrera de la triunfita, pero verla delante de la youtuber interpretando a una intensa de la vida ha sido lo mejor que nos ha dejado la semana audiovisual. Sobre ‘Looser’, la ficción online de Flooxer, diré que me parece poco para una de las comunicadoras más rompedoras de nuestra generación. La Pringada es hipnótica por ella misma, por romper con cualquier convencionalismo y ser la voz que nos pone frente al espejo de nuestra feria de las vanidades diaria. Persona o personaje, nos da igual mientras su mensaje carente de pudor parezca que sigue saliendo de esa habitación con posters de UPA Dance. La ficción mata su razón de ser, en ‘Looser’ las tramas y los diálogos aprendidos desdibujan al personaje. Su faceta de comunicadora desaparece y pasa ser una pieza en un guion que devora cualquier atisbo de espontaneidad. No queremos que La Pringada represente cuentos, queremos que nos los siga contando.
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