Escritores Vs. Mediáticos

Me
gusta escribir, y lo hago. Escribo y me considero escritor. Desde la pasada
edición de la Feria del Libro en 2013, muchas han sido las voces literatas que
han alzado su disconformidad con que determinados personajes televisivos se
pasen del video recorder a la pluma estilográfica, captando un mayor número de
seguidores y compradores ante el tirón audiovisual. La primera a la vanguardia,
y erigiéndose contra esta estirpe de “famosos de medio pelo”, como reconoció en
su día, fue la galardonada Almudena Grandes. La escritora no tardó en ser
reprendida por dos pesos pesados de la televisión actual, la presentadora de
Gran Hermano, Mercedes Milá y la conductora del magazine  QTTF María Teresa Campos, que heridas en su
orgullo literario desaprobaron ese “desprecio” con el que se refería a los
escritores “mediáticos”. La mecha quedó prendida y antes de cumplir un año de
aquellas declaraciones, la más televisiva de todas, la princesa del pueblo, fue
curtiéndose en hábitos retóricos hasta publicar su propio best seller, con lo
que Belén Esteban y su colaborador, Boris Izaguirre, hicieron de “Ambiciones y
Reflexiones” un número uno en ventas. Fue entonces cuando este año 2014, recayó
sobre ella la ira, poco contenida, de la escritora Lucía Etxeberría en Sant Jordi,
que utilizando como filón mediático las redes sociales de las que se vale para
hacer todo tipo de comunicados y declaraciones, manifestó su descontento ante
las numerosas firmas establecidas para la copresentadora de Sálvame diario y la
ausencia de ellas para su persona, que tuvo que establecerse en un banco de la
Plaza de Cataluña publicitándose a sus lectores en su perfil de twiter. Obviamente,
la respuesta de la Esteban no se hizo esperar desde su tribuna televisiva.  La escritora, de escasa memoria, se jactaba
del intrusismo literario de la recién coronada Reina de Sálvame, olvidando su
penosa experiencia en un reality veraniego del que salió más que criticada por
la escasa audiencia que siguió sus andanzas de acampada.

Cierto
es que pasear por la Feria del libro de Madrid se ha convertido en toda una
experiencia apocalíptica, y enormes colas de seguidores de Master Chef  forman auténticos ejércitos de fans que
colapsan las casetas que colindan con las destinadas a cocineros profesionales
y amateurs, que para conseguir una rúbrica en sus libros de recetas esperan
horas bajo extremas temperaturas la llegada del Chef de turno, agasajado y
piropeado como un César a su entrada en el circo romano. Pero no todo personaje
televisivo tiene el apoyo que proporcionan estas legiones habidas de saber
culinario, presentadoras en horas bajas y de alto ego superficial, se han
pasado a la escritura para no desaparecer del escaparate mediático, lo que
convierte en axioma aquello de que todo refrán tiene su contra refrán, y no
siempre zapatero a tus zapatos ni en tiempos de crisis se escribe un libro por
el hecho de haber plantado ya un árbol o haber tenido un hijo. Soy escritor
porque escribo, me gusta escribir y lo hago, independientemente del medio en
que lo haga y me dedique a lo que me dedique.