El arranque de 'La Familia de la Tele' está siendo realmente dramático en TVE. El programa heredero de 'Sálvame' y 'Ni que fuéramos' ha enfrentado una primera semana horribilis en audiencias; especialmente en el segundo y principal tramo de emisión, acusando un descenso paulatino del 9,1% que anotó el lunes (día del estreno) al 5,9% que registró el viernes.
Son cifras muy desalentadoras que no entraban ni en los peores pronósticos y que llevan a presagiar una travesía muy tortuosa para el equipo capitaneado por María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua. Aunque, eso sí, aún es prematuro sacar conclusiones y, por supuesto, hay margen para la mejora y el crecimiento a base de paciencia, perseverancia y ensayo y error.
No obstante, será una tarea altamente complicada. Tal vez, casi imposible. Y no porque en 'La Familia de la Tele' no sean capaces de corregir los errores y superar las debilidades o flaquezas que han presentado en esta primera semana en las tardes de La 1, pues de talento y olfato televisivo van sobrados y sus miles de horas de vuelo en televisión les acreditan; sino porque se enfrentan a otros factores externos que se escapan de su alcance.
Por un lado, el sorprendente desafecto que el programa está causando en el público. La palabra es cruda, pero los números son objetivos e innegables y han de poner en máxima alerta. Nadie vio venir este comportamiento de la audiencia y todos, también los que nos encontramos al otro lado de la barrera, nos hemos dado de bruces con una realidad insospechada.
'La Familia de la Tele' no podía tener mejor telonero que 'La Promesa'. La serie de época es la oferta más competitiva de las tardes en la TV de nuestro país; líder por encima de todos sus rivales. Pero lejos de ser una ventaja como cabría esperar, se ha convertido en un problema. La curvas de audiencia con las que trabajan las televisiones cada día, que permiten saber con precisión qué funciona y qué no, reflejan una estampida del público pasmosa. En pocos minutos, La 1 llega a perder más de diez puntos porcentuales de cuota de pantalla. No ha habido forma, al menos en los primeros cinco días de vida, de frenar esa fuga.
Una debacle dolorosa que, a priori, parece irreversible y que empuja a pensar que 'La Familia de la Tele' solo va a poder dirigirse a un público nicho y no a un target transversal y heterogéneo como el que busca (y necesita) cualquier cadena generalista. Sin embargo, existe algo más que dificulta las cosas y que hace que la tarea por la supervivencia en la parrilla de TVE sea doblemente costosa.
Se trata de la compleja franja horaria que ocupa. El diseño de la programación es un elemento fundamental que también repercute en el éxito o no de un producto. Tal y como está concebida la estrategia en este punto, la división del formato en dos actos es más una rémora que otra cosa. Pero a este lastre hay que sumar que la franja de 18:30 a 20:30 horas ha sido maldita en La 1 históricamente para los programas que se han testeado.
Los malos precedentes de 'La Familia de la Tele' en La 1 de TVE
El ejemplo más reciente lo tenemos con el concurso 'El Cazador', que oscilaba entre el 5% y el 7% de cuota mayoritariamente en los últimos meses antes del desembarco de 'La Familia de la Tele'. Si nos remontamos a un espacio de corte similar, nos encontramos con 'La Plaza' de Jordi González en otoño de 2023. El fiasco que supuso precipitó su cancelación. Promedió un 6,6% de share y tan solo duró ocho programas en antena. Su mínimo de audiencia fue de un 5,4%.
Otro intento fallido de magacín vespertino en La 1, en este caso para el fin de semana, fue 'Plan de tarde' con Toñi Moreno. Se mantuvo durante quince emisiones, entre enero y abril de 2023, y medió un mal 6,8%. Arrancó con un 9,4% y, tras una evolución muy negativa, llegó a desplomarse al 5,3% en su última entrega.
Con el género de los talk shows la cadena pública también ha pinchado estrepitosamente en cada una de sus pruebas. 'Tenemos que hablar' con Ana García Lozano, emitido de lunes a viernes de 18:30 a 19:30 horas entre marzo y junio de 2013, tuvo una media del 5,1%. Se estrenó un 4 de marzo con un 4,8%, se derrumbó a un inexistente 2,6% a mitad de camino y se despidió un 14 de junio con un 3,3%.
Otro talk show que igualmente se descalabró en audiencias fue 'Cuestión de tiempo' con Patricia Gaztañaga en el año 2016. Ya en su segundo día obtuvo un inasumible 4% y, con tan solo nueve emisiones, fue fulminado súbitamente de la programación, dejando para el olvido una media del 4% y 449.000 espectadores.
Pero en la última década, esos grandes tropiezos de TVE en la franja maldita que ahora ocupa 'La Familia de la Tele' también se han hecho extensibles para las apuestas de ficción. Y en este caso nos encontramos con 'Centro médico', entre 2015 y 2019, con cuotas verdaderamente insostenibles. Dijo adiós en su última semana con un 6,9% de share.
Hay más. 'Derecho a soñar', que cogió el relevo de 'Centro médico' en enero de 2019. Solo seis meses después y con una media del 4,6%, desapareció. O, sin irnos tan lejos en el tiempo, 'Valle Salvaje'. Ahora, en su nuevo horario, ha crecido sustancialmente en audiencias (marcó máximo el viernes con un 10,5%), pero cuando se emitía entre las 18:30 y las 19:30 horas se estancó en torno al 6-7% con regularidad.
Así, con estos catastróficos antecedentes y tras una acogida inicial más que gélida, el formato producido por La Osa, antes La Fabrica de la Tele, carga con el arduo desafío de romper esa larga maldición. El reto es dificultoso pero nada está escrito.
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