El regreso de ‘HIT’ a TVE no da con la tecla en una temporada 3 demasiado desesperada por gustar

TVE de vez en cuando toma decisiones un tanto cuestionables con su ficción. Después de grabar la interesantísima ‘La ley del mar‘, la despachó en apenas un día, casi sin promoción. ‘Detective Touré‘ sigue guardada en el cajón pese a promocionarse hace unos meses, mientras que Netflix ya se ha hecho con los derechos para incorporarla a su catálogo. Y algo similar ha hecho con ‘HIT’ que, tras haber rodado su tercera temporada hace dos años, ha decidido relegarla al late night, y estrenarla este martes 16 de julio casi a las doce de la medianoche. ¿Conseguirá una buena audiencia a esas horas tan intempestivas?

La ficción creada por Joaquín Oristrell (responsable de ‘Todos los hombres sois iguales’ y guionista de ‘Cuéntame’) tiene como protagonista a Daniel Grao, dando vida a Hugo Ibarra Toledo (de ahí las siglas de HIT), un experto en educación que es contratado como profesor de instituto. Sus métodos tan poco ortodoxos conectan con sus alumnos, ayudándoles a abordar temas como la educación sexual o la adicción a las redes sociales. Precisamente ese es el punto fuerte de la serie, que supo llevarlo muy bien en las dos temporadas que ha estado en antena (quizá mejor en la primera de ellas). Pero en esta nueva tanda de episodios, las cosas cambian.

Ahora ya no es Hugo el responsable de nadie, sino que tiene que ser el que busque ayuda. Sobre todo para enfrentarse a su alcoholismo. Así que esta tercera temporada pierde un poco el foco en el mensaje y se centra demasiado en Hugo. No tiene por qué ser algo malo, pero da la sensación de que estamos ante otra serie.

Así es la temporada 3 de ‘HIT’

Hugo, un exalcohólico en constante lucha con sus demonios, toca fondo y acaba en un centro de rehabilitación en La Palma, una isla que, al igual que él, busca renacer de sus cenizas. Allí se reencuentra con Lena, una antigua alumna de la primera temporada, marcando un cambio en la dinámica de Hugo, que pasa de mentor a ser el que recibe ayuda.

Junto a Daniel Grao, nos encontramos un reparto con Carmen Arrufat, Alejandro Jato, Francisca Aronsson, Ton Vieira, Miranda Gallego, Juan Grandinetti, Carlota Trueba, Roger Sahuquillo, Andy Duato y Josito Peña.

Esta tercera temporada del ‘HIT’ (solo hemos podido ver el primer episodio) empieza casi como una película de terror. Con una terapeuta abandonando un centro social de desintoxicación y tratamiento de las adicciones, y con varios de sus pacientes observándola a través de la ventana como si fueran ‘Los chicos del maíz’. Incluso con una banda sonora tenebrosa. Ya desde el primer momento, la serie marca a esos personajes, casi todos ya conocidos por la audiencia. Nos deja claro que van a ser el principal obstáculo para que Hugo se cure. Pero también nos presenta el claro cliché: todos acabaran redimiéndose y haciendo una piña junto a su ex-profesor.

Porque ‘HIT’ no huye de los tópicos ni de los clichés, sino que intenta abrazarlos todos. Al igual que trata de meter en la coctelera todos los temas posibles que, cree, preocupan a la juventud. Ahí demuestra que es una serie empeñada en gustar a los jóvenes, a veces desesperada (Belén Aguilera mediante), pero que claramente no tiene ninguno en su plantilla de creación. Y, aunque esta nueva tanda de episodios se diferencia bastante de las anteriores temporadas, acaba cayendo en las mismas trampas de siempre.

El primer episodio es una introducción para mostrarnos el centro, y un breve repaso a todos los personajes. Tanto nuevos como a viejos conocidos. Nos plantea las dinámicas de grupo y además introduce un componente de misterio relacionado con la anterior terapeuta. Lo que otras series han hecho mejor (por ejemplo, ‘Red Flags’, aunque comparte los mismos vicios, o ‘Genera+ion’), ‘HIT’ trata de reproducirlo pero no acaba de dar con la tecla necesaria. Por momentos todo acaba siendo un pastiche sin un rumbo fijo, con multitud de referencias culturales para demostrar que está a la moda. Sería interesante saber qué porcentaje de gente joven ve la serie.

En el apartado artístico, brillan más los secundarios que los propios protagonistas. Como Carmen Balagué, que da un poco de corazón a la historia y, sobre todo, a los internos en el centro. Pero Daniel Grao sigue reproduciendo sus mismas exageraciones de siempre. Hay veces que convence, por supuesto, pero también destaca su sobreactuación. Porque su personaje, Hugo, cae mal. Siempre fue una especie de remedo de ‘Hermano mayor’, pero con todos los tics posibles. Aunque en esta temporada sí que vamos a poder ver cosas nuevas del personaje. Porque va a dejar de ser el profesor, y se va a tener que convertir en alumno.

Eso sí, se va a resistir, y este primer episodio da buena muestra de ello. Porque obvio que va a tratar de irse, obvio que va a venirse a abajo en algún momento, y obvio que su mala leche al final va a calar entre la gente que le rodea. Una especie de ‘House’ patrio, pero sin el ojo clínico del doctor. Y sin el carisma de Hugh Laurie, que es mucho. Así que ‘HIT’ sigue funcionando pero demasiado desesperada por gustar. La tercera temporada tiene por delante mucho trabajo. Las piezas clave están sobre el tablero. Solo hay saber moverlas para que todo tenga sentido.

Eso sí, la locación de esta nueva temporada en La Palma es un acierto sin duda. Sobre todo porque empuja a sus personajes a otro entorno que, aunque pueda parecerse, es radicalmente diferente. Todos están condenados a entenderse y, aunque se vean rencores a flor de piel (estamos pensando en Lena, interpretada por una maravillosa Carmen Arrufat), están forzados a caerse bien, dentro de lo humanamente posible. Entre ellos y a la audiencia.