'La Promesa' ha arrancado sonsacando la verdad sobre por qué Antoñito, el hijo de Simona, no quiere aparecer en palacio para ver a su madre. Ha sido Candela la que le ha explicado a su amiga que, al contrario de Virtudes, no hubo forma de que el joven entrara en razón y que, desgraciadamente, no le quiere ver.
Simona, derrumbada, ha abordado a su hija para que le hable de Antoñito sin mentiras ahora que ya sabe que no quiere saber nada de ella. Virtudes le ha contado que está casado y que tiene dos hijos y que ha sido incapaz de entender y perdonar que se desprendiera de ellos cuando eran niños.
Por su parte, María Fernández y Salvador se han revuelto contra don Rómulo y doña Pía cuando se han enterado de que deben posponer su boda irremediablemente hasta que se case la señorita Catalina con Pelayo. Pero no hay sublevación que valga. Así son las normas y así han de cumplirlas.
En paralelo, la recuperación de Curro es un hecho, aunque el muchacho sufre por el fallecimiento de Feliciano. Además, Jana, que ha compartido tiempo a solas con su hermano, le ha compartido sus remordimientos por no haber hecho más por el joven lacayo. También le ha contado que su muerte podría estar originada por una negligencia del doctor Sandoval.
Manuel regresa de la competición eufórico porque ha logrado clasificarse para la gran final de la Copa Herzog Staackman. Sin embargo, no todos reciben la noticia con la misma alegría, pues a Cruz se le abren las carnes al descubrir que su hijo va a tener que volver a competir.
Con quien Manuel más desea compartir esa alegría es con Jana y le ha anunciado la noticia en cuanto la ha visto en el hangar, pero la reacción de la criada no ha sido todo lo calurosa que a él le gustaría. Además, Abel empieza a notar que Manuel está muy distante con él.
Tras el picnic, Salvador se interesa por saber los sentimientos que Lope alberga por Vera, pero este no le suelta prenda. Eso sí, se le advierte notablemente nervioso. Mientras, María Fernández se ha percatado de los sentimientos de Vera por el cocinero, y se ha plantado ante ella con un mensaje: le ha animado a conquistarle y le ha aconsejado tener paciencia y no rendirse.
Alonso sigue firme en su intención de averiguar algo más sobre el terrible accidente de caza y, con la ayuda de Rómulo, que está de acuerdo en la tesis del atentado premeditado, tratará de buscar nuevas formas de encontrar al asesino. Jura que pagará la sangre de Feliciano y Curro.
Avance de 'La Promesa' capítulo 296 – Miércoles 21 de febrero
Un nuevo visitante llega a La Promesa. Se trata del Conde de Ayala, amigo de la infancia de Cruz y del fallecido barón de Linaja. Su altanería y sarcasmo no son muy bien recibidos en La Promesa. Cruz enfrenta a Alonso por su empeño indagar en el “accidente” de caza, aunque poco puede hacer para detenerlo.
Virtudes afea a Candela el haberle dicho a Simona que Antoñito no quiere verla, pero Candela defiende la verdad por delante de todo. Vera no desaprovecha el momento para acercarse a Lope, algo que incluso Virtudes, la hija de Simona, nota y se lo hace saber.
Alonso abronca a Rómulo por la imprudencia cometida por Salvador de insistirle sobre su boda. Jerónimo muestra a Pelayo su preocupación por su próxima boda con Catalina porque considera que pone en peligro el negocio que se traen entre manos.
Manuel persiste en su acercamiento a Jana y observa impotente la buena sintonía de la doncella con el médico. Y Alonso hará una petición desconcertante a Abel en relación con el estado de salud de Curro que da un giro a sus investigaciones.
El marqués tiene un plan para tratar de esclarecer quién intentó matar a Curro, pero mientras necesita asegurarse que el muchacho está a salvo. Por ello, ordena su custodia en la habitación, quedando al cuidado del señor Bueno y de Jana. ¿Significa que empieza a sospechar de alguien de palacio?
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