Crítica de la semana: Las buenas historias también hay que saber contarlas

ANÁLISIS | Semana del 13 al 19 de junio de 2022

Las docuseries han venido para quedarse. No es que hayan aparecido de la noche a la mañana, pero en los últimos años el fenómeno está gozando de una segunda juventud. Las plataformas han tenido mucho que ver en este resurgir. Si bien es verdad que la televisión generalista apostaba poco por ellas, con la llegada de Netflix y compañía se pusieron de moda. De géneros variados, las hay desde criminológicas a bibliográficas, los espectadores le han encontrado el gusto a ver la realidad por capítulos. En la tele en abierto el camino lo inició la primera entrega de la vida de Rocío Carrasco.

'Rocío, contar la verdad para seguir viva' se catapultó como un éxito de audiencias que derivó en un fenómeno social a la altura de muy pocos espacios televisivos. De eso hace ya un año y desde entonces otras producciones han intentado repetir la fórmula, algunas con más éxito que otras. A principios de este mes nos sorprendíamos con el gran resultado obtenido por 'Los Borbones' y esta semana otras dos docuseries lideraban sus respectivas franjas.

La primera de ellas se despedía de su viaje en abierto después de pasar por HBO Max. Bueno, en realidad ya emitió con fortuna el primer capítulo de 'Dolores, la verdad sobre el caso Wanninkhof' en Telecinco allá por el mes de noviembre. Ya con la temporada completa, la serie documental sobre el calvario de Dolores Vázquez cerraba su paso en abierto el pasado miércoles con un correcto 14% de share.

El relato de Dolores Vázquez es uno de los casos más injustos de la historia de España y la constatación de que la justicia de nuestro país también tiene sus lagunas. Pero más allá del papel de la judicatura, hay que señalar el tremendo bochorno ejercido por el periodismo de esa época. Si el Estado le debe mucho a Dolores, los medios de comunicación que fueron cómplices de su ostracismo también deberían indemnizar a la falsa culpable. Una vida truncada por la "justicia" a la que se le ha hecho un daño irreparable.

"El testimonio de Rocío Carrasco mueve montañas. No hay otra figura pública en nuestro país que genere tanta polarización como ella"

Y el gran estreno de este curso en el terreno de las docuseries también vino protagonizado por una mujer. Las dos primeras entregas de 'En el nombre de Rocío' cosecharon un gran 17,9% de share el pasado viernes ganándole la partida a 'La Voz Kids' de Aitana y compañía.

Esta segunda entrega de la vida de Rocío Carrasco parece que primero será emitida a través de la plataforma de pago de Mediaset. Una estrategia que no sabemos todavía si responde a la confianza en el producto para atraer a los suscriptores de pago o en escepticismo de que esta pudiera pinchar en abierto quemando la figura de su protagonista. Lo que está claro es que el testimonio de la hija de Rocío Jurado mueve montañas. Actualmente no hay otra figura pública en nuestro país que genere tanta polarización como ella. No solo las redes sociales se han posicionado en este asunto, los medios también se han implicado tanto en su relato que ahora ya resulta imposible que se muevan de sus posiciones.

O con ella o contra ella. Una guerra entre dos bandos que solo es posible cuando hay una gran historia. Y esta la tiene. Como en las películas de Disney, tiene todos los ingredientes de los cuentos para atrapar al público. Un víctima que por fin recupera su voz, un entorno de hienas cegadas por la ambición y una madre que se fue demasiado pronto. Pero más allá de las grandes historias por si solas, hay que saber contarlas. Y en esto en La fábrica de la tele son unos genios. El trabajo que hay de promoción, realización y guión es impecable. No estamos hablando de grandes presupuestos, el mayor de sus capitales es el ingenio.