La crítica de la semana | Diario de batalla

Hacía tiempo que no se vivía una semana televisiva con tanta rivalidad entre cadenas. La audiencia dictó sentencia; ofreciendo grandes batallas y dejando algún cadáver por el camino. 

El primer duelo de la temporada no es frontal, una guerra fría entre ficciones que no compiten el mismo día pero se disputan el título de ser la más vista del año. Por fortuna, muy de vez en cuando, las cadenas estatales optan por no inmolarse con sus rivalidades, y nos obsequian con una serie que nos reconcilia con la ficción española. Este 2017 llegó, para quedarse, el mejor thriller nacional desde ‘Motivos personales’. El octavo capítulo de ‘Sé quién eres’ marcaba el pasado lunes un notable 15,2% de share, un registro al que hay que sumarle los excelentes datos que cosecha la serie de Telecinco en su emisión en diferido. Cada capítulo es un deleite audiovisual por el gran cuidado de todos sus planos, pero más allá de su gran factura visual o de lo bien hilada que esté su trama, la grandeza de la serie recae en unas interpretaciones para el recuerdo, un elenco completo que sabe distribuir su talento entre la experiencia de los “veteranos” de la escena y el arte desbordante de sus actores noveles. ‘Sé quién eres’ se disputa el título de serie más vista del año con un clásico de la televisión española, ‘Cuéntame’ marcaba el pasado jueves récord de temporada con un fantástico 20,1% de share. La ficción más longeva de nuestras pantallas, pese a no aportar nada nuevo, sigue apostando por el buen gusto, conciliando los deseos de sus fieles seguidores con una apuesta amable para todos los públicos.

El viernes explotó la gran batalla de la semana, Telecinco y Antena 3 afilaron sus armas para batirse en duelo, y al final, según como se mire, ganaron o perdieron los dos. En franja de coincidencia, ‘Tu cara no me suena todavía’ (24,5% de share) le sacó 4 décimas a ‘La Voz Kids’(24,1%), pero en la versión exprés de ambos formatos, fue el talent infantil el que se llevó el gato al agua. No hay un claro ganador, pero que más de 7 millones de españoles estuvieran viendo alguno de los dos programas demuestra que la noche del viernes está más viva que nunca. Los que más perdieron con esta lucha de titanes fueron los espectadores, como desquiciados, tuvieron que mantenerse atentos toda la velada mientras cambiaban de cadena en el momento oportuno. La estrategia de Telecinco era arriesgada y en su empeño por frenar el concurso de imitadores de Antena 3 se dejó unos cuantos espectadores por el camino, ‘La Voz Kids’ consiguió datos muy inferiores al estreno de ediciones anteriores, en lunes o miércoles. El tiempo dirá, pero si el olfato no me falla, en esta guerra sin cuartel todavía hay algunas páginas por escribir, y los movimientos de parrilla, tarde o temprano, llegarán.

Y terminemos este diario de guerra con la primera baja en el campo de batalla. El pasado martes TVE volvía a fracasar con su nueva apuesta de ficción para esta temporada. ‘iFamily’ se estrenaba con un lamentable 8,7% de share, convirtiéndose en el peor estreno de ficción de la cadena pública en toda su historia. La nueva serie de Resines lo único que tiene de actual es el nombre, el resto ya lo vimos en el pleistoceno cuando las familias de nuestras ficciones desayunaban durante horas en cocinas llenas de product placement. ‘iFamily’ tiene todos los ingredientes para resultar indigesta: unos guiones con un porcentaje de predictibilidad del 100%, unos actores desganados que trabajan en dicha producción por no tener otra cosa que hacer y una trama obsoleta que queda muy lejos del riesgo adquirido hace unos años por las ficciones españolas. Es incomprensible que alguna mente pensante del ente público, con mínimas nociones sobre televisión, creyese que este producto podría funcionar. ’Los Serrano’ o ‘Médico de familia’ son obras maestras si las comparamos con la nueva apuesta de TVE, tan alejada de la realidad social y a la vez tan poco entretenida. Con esta carta de presentación le resultará complicado seducir a los posibles perfiles de espectadores, a los que buscan costumbrismo cañí, y mucho menos a los más transgresores. Un cadáver más en la guerra particular que disputa La1 en el terreno de la ficción.