El aventurero Jesús Calleja ha hablado por primera vez sobre la adopción de su hijo en Nepal durante uno de sus viajes.
Jesús Calleja no es muy dado a hablar de su vida privada. Pero, en esta ocasión ha hecho una excepción y ha abierto su corazón a la revista 'Semana'. En una sincera entrevista, el aventurero ha hablado largo y tendido de su vida personal y profesional.
Como él mismo explica, fue su padre el que le inculcó su pasión por la aventura. "Mi padre me lo pegó porque era muy aventurero. Él me contaba sus historias cuando era pequeño y yo me las quedaba en mi memoria… Y me influenció tanto que al final he acabado donde he acabado", recuerda.
Pese a su éxito televisivo, el presentador de 'Planeta Calleja' nunca ha dejado de vivir en su pueblo de toda la vida, un pequeño pueblo de León. Según asegura "es mi remanso de paz y vivo donde quiero vivir, en el mundo rural, rodeado de naturaleza… Llevo 30 años viviendo allí, mis amigos son los de siempre, no ha cambiado nada en mi vida y sigo haciendo lo que me gusta y lo que me apetece".
Por raro que parezca, Jesús Calleja empezó trabajando como peluquero, aunque reconoce que "no me gustaba. Pero era la profesión de mis padres y era lo más fácil para mí. Gané un premio a mejor peluquero de España… Cuando más dinero estábamos ganando, lo cerré".
El salto al mundo televisivo lo dio hace catorce años, cuando Mediaset compró un documental suyo. Aunque insiste que "mi vida no ha cambiado tanto. Siempre me ha gustado viajar. Sigo haciendo lo mismo, lo que ahora lo hago con famosos".
"En Nepal mi hijo no hubiera sobrevivido si no hubiera sido por mí"
Para el leonés, lo más importante del mundo es su familia, "mi nido", como él la llama. "Es mi mayor privilegio y luego está mi pandilla de amigos", asegura.
Para el presentador de Cuatro el viaje más importante de su vida es el que hizo a Nepal, donde adoptó a su hijo. Así lo recuerda él, muy emocionado: "Yo no tengo que darle ninguna instrucción a mi hijo por él me cuida más a mí que yo a él. Tenemos una relación muy abierta. Él estudio electrónica, pero por avatares de la vida, desde hace dos años se ha convertido en mi mano derecha. Es maravilloso trabajar al lado de tu hijo, un hijo de adopción. Un niño que venía de Nepal con una vida que no te voy a describir, dónde no hubiera sobrevivido si no hubiera sido por mí".
"Los hijos son los que tienes naturalmente y los que también, por avatares de la vida, acaban convirtiéndose en tus hijos. Yo no tengo un hijo biológico pero lo que yo siento por este chaval es inmenso", sentencia Jesús Calleja.
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