La denunciante es una joven francesa con la que Carlos y otros dos amigos suyos coincidieron en una fiesta ilegal
La Guardia Civil de Canarias ha detenido este miércoles 17 de marzo a Carlos Algora, concursante de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones', por, presuntamente, haber forzado sexualmente a una joven en grupo. Aprovechándose de que ella había bebido y estaba drogada. Su arresto se ha producido durante un viaje de ocio al archipiélago en el que iba acompañado de otros tentadores del reality de Telecinco.
Según recoge 'El Confidencial', mientras a él le ponían las esposas, el EMUME de la Guardia Civil de Tres Cantos (Madrid) ha detenido también a dos amigos de Carlos, dos hombres con pareja y uno de ellos con hijos menores. A los tres se les investiga por haber abusado sexualmente y en grupo de una joven francesa. Todo ocurrió el pasado 13 de febrero durante una fiesta ilegal en Colmenarejo.
Se les imputa por abuso sexual y no por agresión, ya que los tres no habrían ejercido ni violencia ni intimidación contra la víctima, una joven francesa. Sino que se habrían aprovechado de su casi inconsciencia para mantener relaciones sexuales con ella. La denunciante cree que pudo ser drogada con burundanga, ya que solo tiene breves flashes, pero no una secuencia nítida, de cómo varios hombres se aprovechaban sexualmente de ella sin su consentimiento.
A sus íntimos la joven les explicó que se negó hasta en dos ocasiones y que, a pesar de ello, los hombres siguieron abusando de ella. El problema de la burundanga es que desaparece muy rápido del cuerpo y como tardó unas horas en acudir a denunciar, de haberla ingerido, no queda prueba de ello.
Así habría ocurrido todo durante una fiesta ilegal
Fue el pasado 13 de febrero cuando la joven y su compañera de piso, una española amiga de Carlos, fueron invitadas a una fiesta multitudinaria. Al acercarse la hora del toque de queda, se corrió la voz de que la fiesta seguía en un chalet de Colmenarejo, a unos 37 kilómetros de Madrid. El chalet lo había alquilado el propio Carlos y también había contratado a chicas de imagen que trabajan en discotecas, había alcohol, luces y hasta un pinchadiscos.
Algunas de las asistentes a la fiesta ilegal confiesan que se ofrecía droga gratis, y entre las sustancias que se podían consumir sin pagar había Popper, una droga que produce estimulación y vasodilatación de manera muy rápida, así como una sensación de euforia y deseo sexual.
En mitad de la noche, tres hombres, incluido Carlos, subieron a una habitación de la planta de arriba acompañados de dos chicas. Una de ellas, la amiga del tentador, ha reconocido que accedió voluntariamente a mantener relaciones sexuales con los tres. Sin embargo, la chica francesa asegura que jamás consintió y que los tres varones sevillanos abusaron de ella. Salió del chalet cuando la Guardia Civil recibió el aviso del dueño de la casa, que observaba a través de las cámaras de seguridad la presencia multitudinaria de gente en su propiedad. Varios coches de policía acudieron inmediatamente al lugar, para disolver la celebración. La joven reconoce que tardó varias horas en denunciar debido al vacío mental que sufría. Cuando recordó todo, fue inmediatamente a poner la denuncia.
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