Sin previo aviso, La Promesa recibe a don Lisandro, el prepotente duque de Carvajal y Cifuentes. El caos se cierne en palacio ya que, bajo ningún concepto, puede enterarse de la boda de Catalina, ni de que existen los bebés, ni de que Curro continúa en palacio.
Sin embargo, esto último no es logrado porque en una imprudencia de Curro el duque le reconoce. Esto pone el marquesado de Luján en jaque, pues Lisandro, tras ensañarse con él, sugiere que le va a contar al Rey esta treta de Alonso convirtiendo a su hijo bastardo en lacayo para mantenerle en La Promesa. Si finalmente cumple sus advertencias, el título está perdido.
Por otro lado, Lope y Curro no se han enterado de nada nuevo en su visita a la joyería Llop. Junto a Ángela, concluirán que deben visitar el local una vez más para dar información de utilidad ¿Encontrarán por fin algún hilo del que tirar? Ahora el objetivo es hablar con la jefa de la joyería, una misteriosa mujer muy ocupada.
Una vez más intentará Eugenia que alguien la ayude a ir a ver a Cruz. En esta ocasión, será al marqués a quien aborde para conseguirlo, pero Alonso le suplica que no lo haga.
Tras muchos intentos, Ricardo consigue que Rómulo se abra y le cuente su versión del pasado que comparte con Emilia. Lorenzo no quiere compartir nada con Eugenia, pero es ella quien toma cartas en el asunto para cambiar las tornas.
Avance de 'La Promesa' del capítulo del martes 20 de mayo
Lisandro se comporta de manera absolutamente despreciable con toda la familia, que se ve obligada a callar y aguantar el tirón de un tirano, un prepotente y una auténtica sanguijuela.
Leocadia, inesperadamente, presta ayuda a Manuel respecto a su negocio tras los últimos reveses y Toño vuelve a La Promesa tras volver a desaparecer dispuesto a demostrar que es inocente. ¿Se ganará la confianza socavada del heredero?
Eugenia da un paso clave: instalarse en la habitación de Lorenzo. Va a por todas para hacerse con el timón de la relación. Leocadia le hace ver al capitán que deben controlarse con Lisandro en palacio.
Rómulo, animado por Catalina, le pide disculpas a Pía por su reciente comportamiento y esta las acepta. Lope y Curro vuelven a la joyería y se encuentran con Esmeralda, la jefa de la joyería, que reconoce a Curro. La reunión con ella les llevará a salir de lugar con una información tan críptica que no saben ni cómo manejar.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram