'La Promesa', avance capítulo del viernes 11 de abril: Máxima alerta por Catalina y su embarazo

Pía se escandaliza ante el sacrilegio que propone Curro de desenterrar el cuerpo de Jana. Lo ve una locura por ser pecado y un delito que les podría abocar a la cárcel. Pero finalmente la doncella acepta. Por su parte, Curro, que cree que su hermana fue envenenada, lo tiene todo pensado para que nadie les descubra saliendo de La Promesa ni realizando semejante acción.

Manuel le aclara a su padre y a Martina que no se va a Italia como tenía previsto antes de la muerte de Jana y les cuenta su plan: seguir con el negocio de la aeronáutica, pero desde España, y ayudar económicamente en lo posible para reflotar La Promesa de su grave situación financiera.

Martina convence a Adriano de que no se vaya y de que le dé otra oportunidad a Catalina aunque le haya rechazado. Entretanto, poco a poco, la familia empieza a descubrir que Leocadia ha ocupado la habitación de Cruz y las reacciones no tardan en llegar.

María Fernández, decidida a marcharse de La Promesa, no levanta cabeza y escribe su carta de renuncia para dejar el cargo definitivamente. Por suerte, aparece Lope para intentar impedir que cometa una locura. Candela abronca a Antoñito por la actitud tan dura y cruel que tiene hacia su madre y este abandona el palacio sin decir nada a nadie.

Empujada por Curro y por Teresa, que también está al tanto del plan de exhumar el cuerpo de Jana, Pía se decide a hacer algo que puede llevarla a prisión en vida y al infierno en muerte: profanar la tumba y desenterrar el cadáver para conseguir respuestas.

Avance de 'La Promesa' del capítulo 575 del viernes 11 de abril

Pía vuelve muy afectada tras su hazaña en el cementerio exhumando el cuerpo de Jana. ¿Habrá encontrado las respuestas que buscaba? ¿Habrá podido verificar si Curro está en lo cierto en sus sospechas de que Jana fue envenenada?

Camino de la locura anda Manuel, pero mantiene la cordura suficiente para pedirle a María Fernández que no se marche de La Promesa. La criada no levanta cabeza y está decidida a alejarse de un lugar que le recuerda constantemente a Jana.

Curarse en salud es lo que busca el padre Samuel con Petra: el sacerdote, muy astuto, sigue acercando posturas con el ama de llaves para suavizar su implacable comportamiento contra el servicio.

Fiel a su postura se mantiene Catalina, que no quiere saber nada de Adriano. Sin embargo, la muchacha y el labriego mantienen un desencuentro, el más fuerte hasta ahora, con consecuencias dramáticas para la salud de ella: ¡se ha puesto de parto!