Los Mozos de Arousa han vuelto a resucitar su salida poco amistosa de Mediaset tras su participación en 'Land Rober' en TVG. A cambio de poderles llevar a su programa, Roberto Vilar dio cuenta de la versión del grupo audiovisual sobre la polémica con las Campanadas.
Un directivo de Telecinco reveló que los tres jóvenes gallegos querían marcharse del concurso después de un año y medio de participación y que se llegó a un pacto. "Telecinco os dijo 'vale, no seguís en el concurso, decís que queréis marchar pero para acabar bien arriba vamos a dar las Campanadas de Fin de Año'", expuso Vilar.
"Pero según la cadena pasaron dos cosas. Una, que perdisteis y, otra, que económicamente era muy caro llevaros a vosotros y a vuestras familias y amigos a Lanzarote. Es decir, que no pudo ser por una cuestión económica, pero también dicen que nunca hubo nada firmado, que todo fue de palabra", continuó explicando el presentador gallego, confirmándose así el móvil económico como causa por la que finalmente se prescindió de los Mozos de Arousa.
Sin embargo, Borjamina saltó de inmediato y desmintió que la expulsión de 'Reacción en cadena' fuera un factor condicionante en la determinación de echarse atrás y no contar con ellos en Fin de Año. "Lo primero que dicen es mentira. Que perdimos es verdad, pero ese no es el motivo porque nosotros perdemos un jueves y llegamos a un acuerdo de que vamos a dar las Campanadas el martes siguiente; después de haber perdido es cuando se negocian las condiciones económicas y se llega a un acuerdo", replicó.
Acerca de ese conflicto económico en las negociaciones, los Mozos de Arousa revelaron que Mediaset les ofreció 3000 euros por la retransmisión de las Campanadas. Un caché que les resultó demasiado bajo. "No es por despreciar 3 mil euros, pero nos estuvimos informando con gente que está en el mundo de la TV y nos dijeron: 'pedid 15 mil euros'. Pero nosotros dijimos que diez mil. Y después les dijimos: 'podemos ceder a seis mil'", ahondó Borjamina.
En ese sentido, su hermano Raúl Santamaría arrojó más luz, desvelando una maniobra de Mediaset por la que se han sentido completamente utilizados: "En el momento que perdemos en la productora nos dicen: 'nos acaban de llamar de Mediaset porque les gustaría que el programa final fuera en prime time y que por la tarde hubiera un especial en Vilagarcía con vuestras familias'. Y dijimos que nos lo pensaríamos, pero finalmente no queríamos que salieran nuestras familias y que entraran a nuestras casas, y porque además nos parecía feo no tener noticias de las Campanadas en diez días".
"Eso lo transmitimos a la productora y a los quince minutos llaman de Mediaset insistiendo en que querían que grabáramos ese especial para cerrar el círculo y diciéndonos que aceptaban la cifra económica intermedia (6000 euros) para dar las Campanadas y que en las próximas horas firmaríamos el contrato. Pero llega el día para grabar el especial, ya estábamos microfonados, y nos dicen: 'bueno, que no dais las Campanadas por motivos económicos y logísticos'. Y aun así grabamos el especial", relató Raúl Santamaría muy molesto.
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