A estas alturas ya estamos acostumbrados a ver todo tipo de cosas en ‘First Dates’. Sin embargo, lo ocurrido en la entrega de este martes, 1 de octubre, ha sido algo insólito en la historia del programa de Cuatro. Una soltera salió despavorida nada más pisar el local y conocer a su cita, dejando plantado no solo a él, sino también a Carlos Sobera.
Nada más aparecer en ‘First Dates’, Antonio, un funcionario malagueño de 32 años se definió como «el perfecto estereotipo de chico friki, pero deportista y con conocimientos jurídicos». Entre sus aficiones, reconoció que «me gusta el tema videojuegos, juegos de mesa, rol, cosplay, series, anime… Estudio hasta japonés», explicó al presentador del formato.
En cuanto a las chicas, Antonio confesó que «me gustan que sean inteligentes. Si una persona es inteligente, suele ser también en el resto de los ámbitos». Además, dejó claro que busca una relación cerrada. En ese momento, entró el restaurante Diana, una estudiante de cocina tinerfeña, de 25 años. La joven, presa de los nervios al estar frente a las cámaras de televisión, acabó saliendo despavorida del local.
Diana pega la espantada en el restaurante de ‘First Dates’ presa de los nervios
Tras sentirse muy emocionada por conocer a Carlos Sobera, Diana empezó a sentirse muy nerviosa por participar en ‘First Dates’. Para sorpresa de su cita y del presentador, la tinerfeña pidió: «Déjame salir un momento, ¿vale?». Según argumentó Diana ante las cámaras del programa: «Me sentí muy fuera de lugar y no sabía cómo reaccionar. Así que me abrumé y tuve que salir».
La joven padece, tal y como ella misma reveló, el trastorno de déficit de atención, y eso le jugó una mala pasada: «Suele ir mucho de la mano, tener TDA y tener ansiedad. Somos personas sensibles, los estímulos son abrumadores». Tras tranquilizarse, la soltera regresó al restaurante, donde la esperaba Antonio, quien empatizó perfectamente con ella.
«Puedo comprender lo que le ha pasado, porque los nervios en cualquier momento te pueden jugar una mala pasada y no sabes cuando van a actuar de esa manera», comentó el soltero ante las cámaras de ‘First Dates’. Si bien su cita y él no tenían demasiado en común. Durante la velada, él le confesó que le apasionaba la cultura japonesa: «Me gusta la cultura japonesa y su gastronomía, aunque para mí es simplemente una curiosidad».
La falta de incompatibilidad hace que declinen tener una segunda cita
Aunque a la tinerfeña no le gustaba demasiado, sí que reconoció que sabe preparar muy bien el sushi, lo que dejó a su cita impresionado: «Una persona que sabe de cocina para mí dice mucho porque es una materia complicada». Antonio también le comentó que es tradicional, y que le encantaría formar una familia frikie. Algo que a ella no le gustó demasiado: «A pesar de que soy una persona que me adapto bastante, creo que podría ser un problema a la larga».
Por todos estos motivos, ambos decidieron no darse una segunda oportunidad. «Nuestras personalidades, quizás, no cuajan del todo», reconoció Diana. Antonio, por su parte, también admitía sus incompatibilidades ya que, aunque sus gustos son parecidos, los viven de manera muy diferente.
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