'Regreso a Las Sabinas': Así son sus protagonistas, Miquel Fernández y María Casal

‘Regreso a Las Sabinas’: Así son sus protagonistas, Miquel Fernández y María Casal

Hablamos con Miquel Fernández y María Casal, protagonistas de 'Regreso a las Sabinas', la primera serie diaria de Disney+ que se ha estrenado este viernes

Disney+ estrena a partir de hoy su primera serie diaria, ‘Regreso a las Sabinas’. Esta ficción, que estrenará cinco capítulos cada viernes , cuenta el regreso y reencuentro de dos hermanas en su pueblo natal, reabriendo heridas del pasado que no todos están dispuestos a afrontar en la localidad.

Por otro lado, cabe señalar que, aunque cuando se anunció iba a ser la primera serie diaria que emitiera una plataforma, Netflix se adelantó al cerrar un acuerdo con RTVE para emitir ‘Valle Salvaje’. Aún así, hay que destacar que ‘Regreso a las Sabinas’ sí es la primera serie producida íntegramente por una plataforma de streaming.

Además, este proyecto brilla debido a su fotografía y sus localizaciones de rodaje. Y es que en esta ficción no hay sets de cartón piedra, todas las escenas, tanto interiores como exteriores, se han rodado en localizaciones naturales. Por otro lado, la serie está concebida para tener un principio y un final cerrado, no busca perpetuarse en el tiempo.

De la trama y de todos estos elementos narrativos hemos hablado con dos de sus protagonistas, Miquel Fernández y María Casal, que interpretan a Tano y Paca Utrera, el Alcalde y hermano de Miguel (Andrés Velencoso); y la villana de la serie, por ser la matriarca de los Sabina, respectivamente. Forman ese grupo de personajes «del pueblo».

María Casal, Miquel Fernández, esta serie tiene algo muy poderoso que es el guion ¿Hasta qué punto habéis podido darle más alma a lo que estaba escrito en guion?

MIQUEL – Bueno, en realidad, los guiones, como tú bien dices, están muy bien escritos, están hechos, no tienes casi que hacer nada. Es verdad que luego, a medida que uno va cogiendo el personaje y va entrando en el personaje, va añadiendo cositas y tal, pero realmente son cosas que son pocas cosas. En mi caso, particularmente, en realidad, ha sido alguna frasecita, alguna cosa corregida para que a mí me venga mejor, porque a veces tienes que afrontar o tienes que enfrentarte a textos muy largos en los que a lo mejor si te lo haces un poquito más tuyo, pues es mucho más fácil. Y sobre todo creo que cuando un actor ya tiene su personaje bastante cogido, ya sabe perfectamente lo que tiene que decir. Ya sabe lo que lo lee y dice «Vale, ya voy por aquí, pero creo que mi personaje diría esto», aunque te vuelvo a repetir que los guiones están hechos excelentemente y no hay que hacer mucha cosa.

MARÍA – Es lo que dice Miquel, que realmente lo más importante siempre es el guion. Sin eso no hacemos nada. En este caso es magnífico cómo se han dibujado los personajes. Yo creo que, aunque no nos parezcamos en nada a ellos, están dentro de nosotros, como van a estar dentro de cada una de las personas que nos van a ver, porque su bondad, su parte oscura, la mía, todo lo van a entender porque nos van a conocer y yo creo que todos tenemos esas mil caras dentro de uno que a veces no salen y a veces salen.

¿Quiénes son vuestros personajes y qué rol van a jugar en ‘Regreso a las Sabinas’?

MARÍA – Aquí hay dos familias y una es la suya y otra es la mía, entonces estamos todos mezclados, yo soy como si fuera también su tía, porque yo no quiero tampoco hacer mucho spoiler, pero somos los del pueblo de toda la vida. Yo los conozco desde pequeños. Han merendado en mi casa. Lo que pasa que ahora resulta que él es alcalde. Mi personaje Paca y mi hija, que es Esther (Natalia Sánchez), somos los rivales de las Sabinas. Entonces esto es siempre como dos bandos, ¿no?

MIQUEL – Sí, es lo que pasa en los pueblos y las grandes familias estas que siempre son muy numerosas y que siempre luchan por tener más tierras que el otro o ser más poderosos o aparentar más que el otro. De todas formas, yo creo que mi personaje, como tú decías, es el alcalde del pueblo en este momento. Creo que es un personaje que hasta el día de hoy todo va bien, no tiene ningún tipo de problema, el tipo está muy bien posicionado, se siente seguro, se siente bien. Lo que pasa es que hay algo en él con su hermano.

Yo soy el hermano de Miguel. Miguel es el personaje que interpreta Andrés Velencoso, que es verdad que siempre ha estado enamorado de Gracia (Cecilia Freijeiro) desde que era un niño. Y a veces esa cosa de no salir del sitio, no salir del pueblo hace que tu mente a veces no vea otra cosa. Entonces, cuando aparece otra vez Gracia, yo creo que todos los recuerdos, toda esa esencia que tenía incluso de adolescente, incluso en su juventud, le vuelve otra vez y él luchará a toda costa por conseguir el amor de Gracia otra vez. Pero claro, obviamente tendrá muchos obstáculos y todo lo que la seguridad que tenía y toda la tranquilidad que tenía en sí mismo, se van a ir al traste porque empieza a sentir esa inseguridad y no saber dónde está pisando.

Hay tres personajes mudos del que no se habla, que son las dos fincas y el pueblo. Hay una casa amplia, con mucha luz, muchos ángulos. La otra finca es como más estrecha, más angosta, más dura y el pueblo, lo que tú representas. ¿Eso lo notabais también a la hora de estar en los tres sets?

MARÍA – Claro que sí, y además es que también eso se puede reflejar en el vestuario, maravilloso por cierto, y en la forma como los personajes se presentan físicamente también, las cosas que tienen y que manejan, la forma en que comen. Son dos mundos distintos. Uno es como lo que dices tú, romántico, acogedor, duro también, pero distinto y la otra casa es fría, es un sueño, es una cosa casi del futuro. Son personas que tienen otro tipo de ambiciones y de marcha y de forma de moverse. No andamos igual en una finca que en otra. En una es más relajado, más profundo y en la otra siempre va más con prisa y siempre tenemos algo que hacer y algo que ocultar. Son atmósferas muy distintas, es verdad.

MIQUEL – Sí, yo creo que también es eso, que juegan una parte muy importante, es como un personaje más, sí, y la energía que transmite, ya sea en la luz, a lo mejor que da una casa y otra diferente en los personajes que hay, en los temas que se trata en cada casa, porque en cada casa se habla de una cosa o de otra. Entonces, yo creo que es importante eso que dices y creo que está muy bien, muy bien analizado.

Llega a Disney + una serie diaria, esto es novedad porque es la primera. ¿Cómo tomáis vosotros esta noticia y qué de diferente tiene ‘Regreso a las Sabinas’ de todo lo que se está ofreciendo hoy en día en la tele en abierto?

MIQUEL – Bueno, yo creo que obviamente nosotros, en mi caso, yo he sido feliz rodando esto, me ha encantado, nos hemos pasado muy bien, ya lo habéis oído en la rueda de prensa, creo que todo el equipo éramos una muy buena piña. Ha sido muy duro, pero muy gratificante. A ver, las series diarias normalmente, para empezar, tienen un plató, un plató donde hay diferentes localizaciones, pero siempre son las mismas. Yo creo que estos también son las mismas, pero es algo más…

Son exteriores, son localizaciones de verdad, son reales, son casas de verdad. Eso creo que da una riqueza a la serie que no tiene a lo mejor una serie diaria en un plató, porque por muy bien que ilumines, nunca vas a poder ganar a la luz del sol o nunca vas a poder ganar a una lluvia auténtica o a un valle espectacular. Esas imágenes de dron que tenemos en la serie, por ejemplo, que son maravillosas, que enseñan todo el valle por arriba, eso es una riqueza espectacular, o sea, es de un nivel como casi una semanal, bueno, casi no, es como un nivel de una serie semanal.

MARÍA – También yo creo que el proyecto tenía algo de aventura. Como dices tú, es la primera vez que una plataforma como este en esta ocasión, Disney+, hace un proyecto así como el nuestro, que es una diaria en el fondo. Nosotros nos metimos en el barco con toda la confianza y siempre ‘Regreso a las Sabinas’ tiene un poco de ribete de sueño. Si te fijas, desde la fotografía hasta el guion, hasta los personajes queremos ser muy verosímiles, muy orgánicos, pero tiene algo de sueño, de fantasía, ¿verdad?

Siempre hay como un pequeño toque de irrealidad «¿De dónde va a llevarme este sueño que estoy soñando? ¿Va a sonar el despertador, se va a convertir en una pesadilla? ¿qué va a pasar?» Y yo pienso que eso desde el primer momento sí lo hemos tenido claro, que nuestros personajes no son tan predecibles nunca. Forman parte de ese sueño. Sí, es un poco una ensoñación todo y se ve también la forma de enseñar cómo es el pueblo, todas las casas. Es un ingrediente más.

Hay dos fotogramas concretos del primer episodio que a definen mucho vuestros personajes. El tuyo concreto, Miquel, es de una petición de mano donde tú miras a los ojos a tu hermano y se ve una gestualidad como de que quieres tener la vida de tu hermano. Le envidia, pero no lo reconoce que le envidia hasta ese punto, creo. Y en tu caso, María, hay una escena maravillosa donde se va dibujando a alguien rocoso, casi enérgico, pero entra en casa y rompe la desesperación. ¿Esa fotografía puede describir un poco a vuestros personajes?

MARÍA – Pues sí, porque cuando yo leí esa escena no me la imaginé así nunca. Claro, porque nosotros leímos los primeros 20 capítulos. Entonces era una secuencia que venía de un sitio muy fuerte y se quedaba así en alto, como dices tú, no pasaba nada después de eso. Entonces, luego la hicimos. A mí Jordi me dijo «Yo quiero esto». Y a mí en una de las tomas, lo que me vino a la cabeza, ¿sabes qué es? Como cuando un niño pequeño coge una rabieta, que es como una rabieta casi de locura en una persona de mi edad que no viene a cuento, pero ya después de tirarme de los pelos, me voy a tirarme al suelo y dar patadas. Creo que es tan físico el dolor que siente, que no hay palabras para decirlo, tengo que hacer eso y tengo que agradecerle a Jordi. Ya veníamos de la escalera subiendo con una marcha que no te puedes imaginar, ¿no? Y en una de las tomas dije «Soy un niño pequeño».

MIQUEL – En mi caso, me gusta mucho que me lo digas, porque una de las cosas que trabajé fue esa cosa que no se dice, pero está, es eso. Claro, yo soy el poco agraciado de la familia. Mi hermano es Andrés Velencoso. Yo siempre le hacía broma a Marta Calvo, al personaje que hace de mi mamá, que siempre decía «Mamá, no somos del mismo padre, a mí no, por favor». Pero esto se lo decía en coña, entonces ella se reía. Pero de repente decía «Es una cosa que puedo usar», porque realmente ya no solamente por la belleza, solamente por la altura, estas cosas estereotipadas y físicas, sino que, aunque a mí me va muy bien, yo me lo he tenido que currar siempre todo mucho.

Yo soy alcalde, pero nadie me ha regalado nada. Y a él no le ha costado nada la vida. No se ha tenido que esforzar para nada. Siempre le ha venido todo dado. Ha tenido a la chica que ha querido siempre. Nunca se ha esforzado. Y eso es una cosa del personaje, que es muy bonita, porque es verdad que no se puede decir, porque es algo muy interior. Pero ese motor siempre está, porque aunque él, aparentemente, quiera lo mejor para su hermano y tal, siempre es verdad que hay un punto de envidia y eso se va acrecentando, de celos, de rabia hacia su hermano porque lo ha tenido todo y a él nunca le han dado nada. Él se siente muy desfavorecido en ese trato. Gracia ha estado enamorada siempre del otro.

¿Cómo definiríais esta entrega, en tres palabras?

MIQUEL – Intensa, amorosa y dolorosa.

MARÍA – Yo diría que añadiría a todo eso una cierta locura. Aquí se ama con locura, se odia con locura.

¿Y se perdona?

MARÍA – Sí, con locura también. A veces a costa de esa cosita que es «No lo hagas, no lo hagas» y lo haces.

¿Cómo desconectáis de los personajes cuando se crea toda esa energía durante 70 capítulos, que se va creando, se va desarrollando y vais viviendo su vida también? ¿Es fácil luego desconectar de lo que habéis vivido?

MARÍA – Yo creo que no desconectas nunca del todo, ¿verdad? Estás un poco siempre on y off. En teatro, por ejemplo, quizás. Ahora hay una función al día, pero cuando yo he hecho dos funciones te ibas a cenar y luego volvías y lo hacías. Entonces no es lo mismo, por ejemplo, estar haciendo una comedia, pero yo creo que nunca acabas de desconectar en los seis o siete meses que lo estás haciendo. Es como que estás on y off.

MIQUEL – Sí, es cierto lo que dices, yo creo que siempre estás con el viaje. Al final es un viaje que haces durante el tiempo que dure la grabación y siempre estás ahí. Es verdad que no puedes llevarte el personaje a casa, ni lo hacemos. También somos profesionales que llevamos mucho tiempo trabajando y sabemos diferenciar muy bien una cosa de otra y sabemos que esto es un trabajo y sabemos a qué jugamos y nos lo pasamos bien mientras estamos en el set, pero luego, obviamente, nos vamos a casa y tenemos nuestras vidas, nuestras familias y nuestras cosas. Pero sí, es verdad lo que dice María, yo creo que no acabas de desconectar nunca del todo hasta que se acaba. Y luego tienes un proceso de desconexión.

MARÍA – Siempre te cambian los personajes un poco. Igual que una persona cambia después de ver una obra de teatro, ya no es la misma, sea de lo que sea, aunque sea un musical, ya no eres el mismo. No es lo mismo que comprarse un bolso. Es una experiencia distinta. Yo creo que a nosotros nos pasa también. Cada personaje te va dejando a veces cosas muy buenas, a veces cosas malas, pero siempre hay una pequeña lección, algo que aprendes a hacer gracias al personaje.

Gracias, que vaya muy bien

AMBOS – Gracias.

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