Cuenta atrás para el final definitivo de 'Mía es la venganza'. La serie de Lydia Bosch se despide de Divinity tras cinco meses de éxito, siendo lo más visto del canal de Mediaset y una de las emisiones más competitivas de la TDT. Tras el episodio ofrecido este lunes, ya solo quedan cuatro capítulos para el desenlace.
En el 106 de hoy, hemos visto cómo Fernando ha caído en la trampa de Orson. El chef ha complacido a su marido aceptando la adopción de un niño tras temer por el futuro de su matrimonio y Fernando, en agradecimiento por cambiar de opinión, ha reaccionado cambiando las escrituras del restaurante para ser copropietarios del negocio a partes iguales.
Por otro lado, Sonia ha ideado una encerrona a Alejandro para que pudiera reencontrarse con Isabel en su despacho tras pillarle en la cama con Henri. Pero para el abogado la confianza lo es todo. Así que le ha comunicado su drástica decisión: "Tú y yo hemos terminado, lo siento, pero sé que no voy a volver a confiar en ti".
Entretanto, Olivia se ha enterado de que Lola está embarazada de Mario por Abir. Su reacción ha sido significativa e indisimulable. Tanto, que ha hecho sospechar a Bosco, que sopesa que la noticia le ha removido por dentro sus sentimientos. Y lo cierto es que razón no le falta.
Olivia se ha refugiado en Abir para desahogarse. No ha podido evitar venirse abajo tras escuchar que Mario quiere tener ese bebé y que va a formar una familia con Lola cuando realmente le sigue amando a pesar de todo. "Que me vaya a casar con Bosco no quiere decir que me haya olvidado de Mario y haya dejado de sentir por él", ha confesado la CEO de Los Olivos.
Por último, en esta recta final de 'Mía es la venganza' ha entrado en escena un nuevo personaje, Nacho, un profesor particular que Luisa ha contratado para que Sara se ponga las pilas en los estudios. Tras su férrea oposición inicial, la joven queda prendada y, más que un refuerzo para los exámenes, Nacho se va a convertir en una distracción fatal.
Capítulo 107 de 'Mía es la venganza' – Martes 7 de noviembre
Mario descubre que el embarazo de Lola no es motivo suficiente para ser excarcelada. Sabe también que es fundamental que ella solicite participar en un programa de desintoxicación, por lo que vuelca su energía en tratar de convencerla de que acuda a terapia.
Sin embargo, cuando Sonia se entera del embarazo de Lola, planea una oferta que podría ser tentadora para Mario. Tras recibirla el joven valora la posibilidad de abandonar la venganza contra la dueña del club para poder centrarse en el embarazo de Lola y su futuro hijo. Algo que determinará los episodios finales de 'Mía es la venganza'.
Entretanto, la dueña de ‘Los Olivos’ se lanza a la reconquista de Alejandro y Nacho, el profesor particular de Sara, comienza a sentirse atraído por Luisa. Además, Fernando comunica a Andrés y a Sonia que va a ser padre de acogida, pero la recepción de la noticia no será buena por ninguna de las partes.
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