Avance semana final de ‘Mía es la venganza’: una terrible sorpresa y una boda inimaginable

En el capítulo 105 con el que ‘Mía es la venganza‘ ha cerrado su penúltima semana de emisión, Mario y Jaime han apremiado a Montes para que tenga una conversación con Sonia Hidalgo que extraiga información comprometida sobre ella y la grabe gracias al micro que le han incorporado en el teléfono móvil.

Buscan confirmar si Sonia está detrás de la trampa a Isabel y Henri para que Alejandro les pillara in fraganti. Saben que si lo averiguan y tienen la prueba de ello, lograrán que Alejandro enfurezca con la dueña de Los Olivos y rompa con ella. Así, Sonia perdería al único sostén que le queda.

Sin embargo, justo cuando iba a comenzar la grabación, a Mario le ha surgido un imprevisto que ha marcado el episodio de hoy de ‘Mía es la venganza’ que ha ofrecido Divinity. Lola ha sufrido un sospechoso desmayo en prisión y ha tenido que marcharse con urgencia, dejando a Jaime al cargo de registrar la conversación entre Montes y Sonia.

Pero esa grabación no ha resultado como se pretendía, pues Sonia no ha soltado prenda sobre el asunto de Alejandro e Isabel y, en cambio, sí ha verbalizado sus sospechas sobre Jaime respecto a Alberto. De este modo, ha pedido investigar inmediatamente la relación de su exmarido con el chico que intentó violar a Olivia. Cree que puede estar detrás de todo como realmente así es.

Al escucharlo, Jaime se ha puesto muy nervioso y ha borrado la grabación. Sabe que si Mario descubre que él es la mano negra de aquella agresión la alianza entre ellos se romperá y, a buen seguro, emprendería represalias contra él. Por eso, no solo no ha eliminado todo rastro de pruebas gráficas, sino que además ha abordado a Montes para pedirle algo.

«Tienes que hacer algo para mi. El encuentro de hoy con Sonia no ha existido, he borrado la grabación de esa conversación y, cuando te pregunte Mario, le dirás que Sonia ha anulado la reunión», le ha exigido. «¿Y por qué tendría que hacer eso?», le ha preguntado Montes, que de esta manera se ha enterado de que, efectivamente, Jaime orquestó el montaje del intento de violación a Olivia.

Acto seguido, Jaime le ha indicado que debe mantener la boca cerrada y hacerle creer a Sonia que él y el agresor no tienen nada de relación. Lo tiene que hacer si quiere conservar tu vida. «Seré una tumba», ha transigido Montes. «Más te vale, si no, vete cavando una», le ha amenazado Jaime.

Una escena de ‘Mía es la venganza’ soberbia a la que ha habido que sumar un final de capítulo impactante. Lola se encuentra en el hospital por ese mareo sufrido en la cárcel y Mario se ha presentado allí para estar a su lado y saber qué ha pasado. El motivo de ese desmayo nadie lo vio venir: la joven está embarazada y ese bebé que espera es de Mario.

Con este notición, si no puedes esperar a saber qué va a suceder la semana que viene, la última de su historia para la serie protagonizada por Lydia Bosch, en El Televisero te ofrecemos el avance más completo de los capítulos del 6 al 10 de noviembre. Recuerda que el horario se mantiene a las 17:50 horas.

Capítulo 106 de ‘Mía es la venganza’ – Lunes 6 de noviembre

Mario descubre que Lola está embarazada y se muestra esperanzado al pensar que el juez podría dejarla en libertad hasta la celebración del juicio. Sin embargo, Inés, la abogada de la joven, no está convencida de que Lola quiera seguir adelante con la gestación. Entretanto, Orson propone a Fernando acoger a un niño. Luisa, por su parte, contrata a Nacho, un profesor particular para que ayude a Sara con sus estudios. Además, Montes se ve obligado a seguir las indicaciones de Jaime, y Sonia traza un nuevo plan para separar a Alejandro e Isabel.  

Capítulo 107 de ‘Mía es la venganza’ – Martes 7 de noviembre

Mario descubre que el embarazo de Lola no es motivo suficiente para ser excarcelada. Sabe también que es fundamental que ella solicite participar en un programa de desintoxicación, por lo que vuelca su energía en tratar de convencerla de que acuda a terapia. Sin embargo, cuando Sonia se entera del embarazo de Lola, planea una oferta que podría ser tentadora para Mario. Entretanto, la dueña de ‘Los Olivos’ se lanza a la reconquista de Alejandro, Nacho, el profesor particular de Sara, comienza a sentirse atraído por Luisa, y Fernando comunica a Andrés y a Sonia que va a ser padre de acogida.

Capítulo 108 de ‘Mía es la venganza’ – Miércoles 8 de noviembre

Mario valora la posibilidad de abandonar la venganza contra Sonia Hidalgo para poder centrarse en el embarazo de Lola y futuro hijo. Sonia sigue obsesionada con recuperar a Alejandro a toda costa, pero su plan no sale como esperaba, ya que Montes, a las órdenes de Jaime, consigue una grabación que demuestra la trampa que la dueña de ‘Los Olivos’ tendió al abogado y a Isabel. Por otra parte, Fernando recibe la visita del psicólogo del Servicio de Acogida de Menores para evaluar su idoneidad y la de Orson para acoger al niño.

Capítulo 109 de ‘Mía es la venganza’ – Jueves 9 de noviembre

Lola sufre un sangrado y los médicos no le garantizan que su embarazo pueda llegar a buen término. Por otra parte, Jaime está feliz al ver cómo su plan de venganza avanza, mientras Sonia comunica que Alejandro se ha despedido por sorpresa y que tendrán que contratar a un nuevo abogado. Además, Orson se ofrece a ayudar a Fernando con la entrevista con el psicólogo para la adopción y Luisa tiene una cita a través de una app que no es como ella esperaba.

Capítulo final de ‘Mía es la venganza’ – Viernes 10 de noviembre

El mundo Sonia Hidalgo se desmorona tras darse cuenta de que ha perdido definitivamente a Alejandro, quien ha abandonado el club tras despedirse de Fernando y Olivia. Entretanto, Fernando prepara los documentos para hacer a Orson copropietario del nuevo restaurante. Por otra parte, Mario comenta a Jaime que está dispuesto a abandonar la venganza para luchar por Lola y su futura familia, una decisión que no parece contar con su respaldo. Cuando el juez concede a Lola la libertad provisional, Mario y la joven comienzan a hacer planes de boda, ignorando que el destino les tiene reservada una terrible sorpresa.