Netflix estrenó el jueves 13 de octubre su serie de terror 'Vigilante', la nueva creación de Ryan Murphy basada en hechos reales, con Naomi Watts y Jennifer Coolidge a la cabeza del reparto
Ryan Murphy es uno de los creadores más prolíficos de los últimos diez años de la televisión. No siempre acierta, pero cuando lo hace, lo hace a o grande. No en vano es el creador de 'Glee', de 'American Horror Story' o del exitazo reciente de 'Dahmer'. Desde que fichó por Netflix, le ha costado encontrar la tecla del éxito y del aplauso de la crítica. 'Dahmer'ha sorprendido a todos, con nula promoción, ya que se ha colocado entre lo más visto de la historia de la plataforma. Y puede que su nueva serie, 'Vigilante', siga el mismo camino este mes de octubre.
No hay mejor mes para estrenar historias de terror que octubre. Halloween sigue fascinándonos año tras año, por lo que presentar una serie de terror o de intriga es casi de obligación en estos días. Desde Netflix lo saben y han apostado por proyectos como 'El club de la medianoche' o la serie de la que hablamos, ‘El Vigilante’. La nueva creación de Ryan Murphy le da una vuelta de tuerca al home invasion y nos mantiene teorizando durante siete capítulos. Esta es la sinopsis de 'Vigilante':
Se suponía que era la casa de sus sueños, pero pronto se convierte en un infierno para la familia Brannock. Las siniestras cartas que reciben de alguien que se hace llamar «el Vigilante» son solo el principio y enseguida empiezan a salir a la luz los siniestros secretos del vecindario.
Inspirada en la historia real de una famosa casa de Nueva Jersey, esa es la base sobre la que Ryan Murphy y su habitual colaborador Ian Brennan vertebran la historia de 'Vigilante'. Y aunque el guión, por momentos, es bastante tramposo e inverosímil, si entras en los tremendos giros y plot twist que tiene la historia, es un thriller que vas a disfrutar hasta las últimas consecuencias.
El primer episodio ya nos da muestras de lo que nos vamos a encontrar. La serie de 'Vigilante' no ha inventado nada. Va cumpliendo uno a uno todos los tópicos y clichés que podrían esperarse de una historia así: familia que se muda a una casa enorme, vecinos raros y sospechosos, sustos y momentos inquietantes por la noche… Todo se va cumpliendo con una precisión relojera. Pero hay algo que eleva esta historia por encima de otras y ese es su reparto.
El recital de Cannavale
Bobby Cannavale da un auténtico recital como el marido obsesivo Dean Brannock. La serie descansa sobre sus hombros. Su evolución a lo largo de los 7 episodios es magistral, y Cannavale llena a su personaje de matices, de luces, y también de sombras. Somos él, nos reflejamos en su paranoia, en su neurosis y también en sus ataques de furia cada vez que no entendemos algo.
Pero es que enfrente tiene a una Naomi Watts que va de menos a más. Según va avanzando la historia, su personaje va ganando presencia e importancia. Y ya sabemos de sobra el rango dramático que tiene la actriz inglesa. Su Nora comienza siendo una mujer contenida, una esposa entregada a su marido, pero sus sospechas van cambiándola y haciéndole crecer. Mención aparte merece una inquietante Mia Farrow, una terrorífica Margo Martindale y una espléndida Jennifer Coolidge, que nos regala una de las mejores escenas de la serie en su capítulo final.
Guión tramposo... pero efectivo
Sí, el guión está lleno de incoherencias. Como, por ejemplo, ¿por qué nadie mira las cámaras de seguridad desde el minuto 1? O por qué el matrimonio Brannock se fía de todo el mundo excepto de sus propios vecinos. Aunque cómo no vas a fiarte de alguien como Theodora Birch, que transmite una calma increíble, gracias sobre todo a la interpretación de Noma Dumezweni. Pero, si dejas a un lado el análisis pormenorizado de lo que está ocurriendo, vas a disfrutar y mucho de la investigación y de los sustos. Porque los hay, pocos pero bien repartidos.
Hemos visto esta historia muchas veces. La serie de 'Vigilante' a veces nos recuerda a esas películas de sesión de tarde que podemos ver en Antena 3. Pero lo bueno que tiene la ficción creada por Ryan Murphy es que, en ningún momento sientes que haya relleno. Es decir, son 7 capítulos de cerca de 40 minutos cada uno, y el ritmo en todos ellos es brillante.
Puede que el final no sea del todo satisfactorio (no vamos a desvelarlo aquí). Y hemos de admitir que nos esperábamos algo similar según iba avanzando la historia. Pero al final es un fiel reflejo de la obsesión del marido por descubrir la verdad. Tanto que está a punto de perder a su familia y a sí mismo por el camino. Recomendamos encarecidamente que, si vives en una casa grande, no veas esta serie solo. Porque vas a pasar bastante miedo. Y es probable que, una vez terminada, la olvides (algo que suele pasar con las series de Ryan Murphy). Pero mientras dure, si entras en su propuesta, va a ser una de tus series este Halloween.
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