ANÁLISIS | Semana del 3 al 9 de mayo de 2021
La guerra de talent shows los viernes por la noche viene siendo algo habitual los últimos años. Las cadenas reservan sus apuestas más familiares para la noche con más consumo infantil, a sabiendas que buen parte de sus feligreses tienen permiso ese día para acostarse más tarde. ‘Got talent’ barrió con su final el viernes pasado, y ahora parece que toda esa masa de espectadores deseosos de talento se ha mudado a la competencia.
El viernes llegaban a la parrilla primaveral 'La Voz Kids' y 'Top Star', y hubo un claro ganador. Mientras el nuevo concurso de Telecinco se conformaba con un mísero 11,3% de share, el talent infantil de Antena 3 doblaba su audiencia con un 22,6%. Una paliza en toda regla que avecina cambios a corto plazo en el reino de Paolo Vasile.
Las previsiones en el terreno de las audiencias son complejas, casi tanto como las predicciones de Aramís Futser, pero el dato de 'Top Star' era del todo previsible una vez visto el calibre del desaguisado. Un esperpento que tiene más de mercado de abastos que de talent show. Nada tiene sentido en el nuevo marrón de Jesús Vázquez, desde su mecánica imposible a una grada de seres insoportables intentando llamar la atención a base de aspavientos que nada aportan al espectáculo.
Lo único salvable de 'Top Star' es el jurado, que combina bien las energías para atraer a un público muy diverso. Pero se entienden tan poco las motivaciones para entrar a competir los unos con los otros que poco, o nada, importa lo que apuesten por los artistas que van apareciendo en el escenario. Un buen jurado desaprovechado en un show mediocre. Tres jueces intentado hacer creíble las bases de un concurso que chirrían desde el minuto uno. Y todo ello aderezado por una grada irritante que pide casito cada 5 segundos.
"Era esperable que 'La Voz Kids' se merendara a 'Top Star', un esperpento que tiene más de mercado de abastos que de talent show"
Era esperable que 'La Voz Kids' se merendara a 'Top Star'. Un formato tremendamente más intuitivo y que apela a lo más básico para emocionar a la audiencia. No hace falta complicarse la vida, cuanto más comprensible sea un concurso más probable es que seduzca a la audiencia. Niños cantando y cuatro jueces de espaldas que se giran si les gusta lo que oyen. No hace falta más. Para que un talent show funcione debe ser entendible hasta para un guiri que llega a un hotel y enciende la televisión.
‘La Voz Kids’ ha mejorado el fleco que tenía pendiente en sus anteriores ediciones, agilizar el ritmo entre actuaciones, a la vez que mantiene la esencia que lo hace tan identificable para el público. Melendi, Bisbal, Rosario y Vanesa Martín reman en todo momento a favor de obra, unos aportando más talento artístico y otros con mejores armas para el arte televisivo.
La audiencia busca evadirse y no pensar mucho al llegar el fin de semana. Lo más sencillo es lo que mejor funciona. Viendo las flaquezas de su competidor en Telecinco, nada hace presagiar la caída del nuevo trono de Antena 3 los viernes por la noche.
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