ANÁLISIS | Semana del 1 al 7 de febrero de 2021
El despilfarro de dinero, si es público, siempre duele mucho más. Esta es la sensación que tiene uno después de ver la nueva apuesta para los martes noche de TVE. 'La Noche D' es un intento de abarcarlo todo sin llegar a ser nada. Un programa que aspira al humor de vanguardia pero que termina siendo casposo e agobiante desde el minuto uno de su emisión. Y es que un programa que recurre al gag de la empanadilla de Móstoles ya denota una falta de creatividad importante…
Presentado por Dani Rovira, su vuelta a la pantalla es sin duda la mejor noticia de este desaguisado, el programa aborda cada semana alguno de los grandes temas de la vida (amor, felicidad, fama….) a través de entrevistados y secciones diversas. Esto, que podría ser una premisa habitual de muchos programas de televisión, descarría por completo cuando se atropellan los contenidos y los elementos a cada paso del presentador, que termina engullido por todo el entramado. 'La Noche D' es caos sin ningún criterio, a su lado 'El Hormiguero' parece el armario de una madre.
Todo hay que decirlo, el programa ha mejorada respecto a su estreno, dando más tiempo a la conversación con los invitados antes de interrumpirlos con alguna gracieta. Pero sigue fallando lo esencial, un buen guión y una escaleta con algo de sentido. El programa empieza con un sketch infumable, continúa con un monólogo de Dani y después empieza un batiburrillo de performances y personas que hace imposible seguir ningún hilo. Y los colaboradores ya merecen un capítulo aparte; especialmente Cristina Medina, de la que siento mucho decirlo, pero está tremendamente chillona y desubicada cada vez que hace acto de presencia.
Y del exceso de 'La Noche D' a una apuesta diametralmente opuesta que hace de su minimalismo su virtud. La misma noche del martes, la hermana culta de La 1, celebraba los 100 programas de uno de los referentes televisivos de la cadena pública. El aniversario de 'Cachitos de hierro y cromo' alcanzaba un estupendo 4,2% de share en La 2, situándose como ya es habitual con registros muy superiores a la media de la cadena.
El espacio presentado por Virginia Díaz ha demostrado que es mucho más que un especial de fin de año para hacerse el moderno por las redes. Con un trabajo de orfebrería documental, el programa consigue cada temporada hacer las delicias de sus feligreses con un repaso a las actuaciones musicales vistas en toda la historia de TVE.
Su virtuosismo reside en hacer de algo aparentemente sencillo un divertimento capaz de seducir a todos los paladares. El programa viene a refutar la máxima del menos es más. Nada está por estar en ‘Cachitos’, todo está pensado y bien hilado para construir un espectáculo televisivo con vocación divulgativa. Entretenimiento y nostalgia son la base de un relato que no necesita nada más, y nada menos, que grandes dosis de ingenio y horas de mimo rastreando en el archivo del ente público.
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