Kiko Hernández ha confesado en 'Sálvame' lo que hizo cuando su gato falleció, dejando impactados a todos sus compañeros
El amor por los animales es algo que deberíamos inculcar a los niños desde pequeños. Y eso intenta Kiko Hernández con sus dos hijas. El colaborador de 'Sálvame' sentía adoración por su gato. Tanto, que ha dejado atónitos a todos sus compañeros al revelar cómo ha querido que su gato muerto siga presente en su día a día.
Una revelación que ha genero un inmenso revuelo en las redes sociales. Kiko Hernández ha reconocido que, fruto del dolor que le ocasionó la muerte de su gato, trató desesperadamente de encontrar un remedio para que permanezca en su vida, y en su casa. Pero se trata de una opción bastante "macabra" para muchos usuarios de las redes, pero que es una prueba manifiesta del inmenso amor que el colaborador sentía hacia su mascota.
La "macabra" decisión de Kiko Hernández
El tertuliano reveló que su vínculo con Chispitas, era muy especial. Día tras día se encargó de que tuviera la mejor vida posible. Una vida que terminó de forma natural pero que a Hernández le hundió por completo, y no se vio con fuerzas para tomar la difícil decisión de despedirse de 'Chispitas'. Por este motivo optó por disecar su gato y quedárselo en casa para que le hiciese compañía el resto de su vida. Una "macabra decoración" como se ha comentado en las redes sociales.
Además, el colaborador ha explicado en 'Sálvame' cómo fue el proceso por el que disecó a su gato para que pudiese reposar en su casa. Revela cómo el taxidermista que aceptó el encargo le preguntó todos los detalles de cómo lo quería. De esta forma, le dijo que le quería en una postura relajada, entre tumbado y acostado. Y lo que más ha sorprendido tanto a sus compañeros como a la audiencia es que pidió que su gato no tuviese ojos. Según asegura es porque prefería que pareciese dormido, con los ojos cerrados.
"No quiero levantarme por la noche y que parezca que se me va a tirar encima", bromeaba frente la estupefacción de sus compañeros, que no daban crédito a lo que oían. Cada cosa que iba diciendo dejaba más atónitos al resto de colaboradores, como cuando explicó que siente al acariciar a Chispitas. "Suena hueco", ya que el tacto de su pelaje está más próximo al del cartón piedra.
Pero esta no es la primera vez que Kiko Hernández diseca a una de sus mascotas. Ya en el año 2015, el colaborador se presentó en 'Sálvame' con otro de sus gatos disecado. Se trataba de Pulgas, de color marrón pardusco y cuya muerte en 1999 le dejó destrozado.
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