A pesar de ser un gran profesional, en los últimos años Jesús Vázquez no ha visto reconocido su trabajo.
¡Hola mirones! Hoy en Mírame, los secretos de la tele vamos a contar una historia. Había una vez un presentador que convertía en éxito todo lo que tocaba. Realities, concursos e incluso series, llegó a protagonizar un episodio de la famosa Yo soy Bea. Sí, estoy hablando de Jesús Vázquez.
Esos tiempos de éxito parece que tocaron a su fin cuando Telecinco canceló por primera vez Allá Tú y a casa de Jesús solo llegaban programas que cualquiera consideraría “"marronazos". Que te quitamos de Operación Triunfo para poner a Pilar Rubio, luego de Supervivientes para poner a Jorge Javier y al final, acabas presentando programas varios de los que no se acuerda nadie. Si el pobre Jesús no tenía ya poco con el baile de formatos, ahora Mediaset le encarga ser el cupido de los "tronistas". 'Mujeres y hombres y viceversa' lleva años agonizando, primero con Emma García, después con Toñi Moreno y ahora llega Jesús porque Telecinco nunca se deshará de esa cantera de famosillos para sus realities.
A partir de septiembre a Jesús le tocará lidiar con los líos de cama de los “tronistas” y con un poco de suerte Mediaset le premia con un programa a la altura de su profesionalidad. Mientras, aquí los “marronazos” que le tocó presentar a Jesús antes de Mujeres y hombres y viceversa:
Guerra de sesos (2009 - Telecinco)
Guerra de sesos fue un concurso producido por 7 y acción que llegó a las tardes de Telecinco para intentar levantarlas después del fin de Aquí hay tomate. La cadena de Fuencarral ponía todas sus esperanzas en su rey Midas, Jesús Vázquez, que tantos éxitos le había dado en otras franjas. Jesús no estaba solo, le acompañaba la gimnasta Almudena Cid.
El programa trataba de poner en evidencia el desconocimiento que tienen hombres y mujeres sobre el sexo opuesto. Un despropósito lleno de clichés que asumía que a las mujeres no les podía gustar en futbol con preguntas para ellas como ¿en qué consiste la regla futbolística del “fuera de juego”? o que los hombres no podían maquillarse preguntándoles: ¿Qué se aplica en primer lugar, la sombra de ojos o el rímel? Además, los concursantes también se sometían a retos para demostrar su capacidad en habilidades “atribuidas al sexo opuesto”.
El espacio fue retirado un mes después debido a las pobres audiencias, una media en torno a un pobre 10,5% de share, muy por debajo de la media de la cadena. Pese a todo, Telecinco hizo todo lo posible para remontar el programa con ediciones especiales de famosos y rostros de la cadena como Jordi Rebellón o Santi Millán. Tras ello, volvió a emitirse meses después en La Siete con Eva González como nueva presentadora pero ni con esas la audiencia se tragó el programa.
I Love Escassi (2010 - Telecinco)
En un intento por generar nuevos realities y personajes, la cadena amiga, decidió que Álvaro Muñoz Escassi era perfecto. El dating-show seguía la búsqueda de la pareja ideal para el jinete y playboy sevillano entre dieciséis aspirantes, elegidas entre más de 1500 aspirantes, que lucharon durante nueve semanas para hacerse un hueco en su corazón. En todo este lío Mediaset también decidió meter a nuestro Jesús como presentador.
El programa consistía en una sería de citas que mantenía Escassi con las chicas que el elegía, para conocerlas mejor, y entregarles semanalmente el anillo a aquellas que quería que se quedaran dentro del concurso. Pero al final el programa quedó en Escassi enseñando pecho, abdominales… y chicas ligeras de ropa más interesadas en liarse con un famoso para salir para salir por la tele antes que encontrar el amor.
A pesar de usar la fórmula de éxito del griterío y las polémicas la audiencia no amaba a Escassi y no respondió al despropósito con tan solo un 9% de audiencia viéndose superado por cadenas menores como La Sexta. Un marronazo con mayúsculas que se comió Jesús.
La Guillotina (2010 - Telecinco)
Las tardes de los fines de semana siempre se le han resistido a Telecinco debido al éxito de las películas de la tarde de su máxima competidora, Antena 3. Ya en 2009, los de Fuencarral decidieron cambiar de estrategia y dejar el mítico contendor Cine Disney atrás para programar ¡Qué tiempo tan feliz! El problema es que necesitaban un acompañamiento y los refritos de chistes del programa ¡Al Ataque! ya olían a rancio. Así surgió el concurso La Guillotina presentado por Jesús que en ese momento estaba hasta en la sopa.
Cada programa de La Guillotina ponía a prueba a cuatro participantes que debían superar con éxito diferentes fases para ir acumulando premios en metálico, que oscilaban de los 10.000 a los 40.000 euros. La mecánica de las diferentes pruebas se basaba, con variaciones, en encontrar una palabra común a otras dos o más que por su significado estuvieran relacionadas. Al final el participante que llegaba a la ronda final jugaba para ganar el importe que había acumulado intentando averiguar una palabra misteriosa con la ayuda de una serie de pistas. La Guillotina era una mera excusa de atrezzo en el plató para cortar el dinero que perdían los concursantes.
Aunque tenía posibilidades de triunfar por su facilidad para jugar desde casa, lo cierto es que el público guillotinó el programa. Aunque no arrancó con unos datos espectaculares, 12,2%, estos fueron cayendo semana tras semana hasta a un irrisorio 6,8%.
¡Mira quién salta! (2013-2014 Telecinco)
El año 2013 sería recordado como el año de la guerra de las piscinas en televisión. Tanto Telecinco como Antena 3 estrenaron formatos similares de saltos acuáticos de famosos. Mientras Antena 3 era la primera estrenando ¡Splash! Famosos al agua, presentado por Arturo Valls, en la competencia se podía ver días después ¡Mira quién salta! con Jesús Vázquez. La mayor diferencia entre ambos: que uno era cutre. Efectivamente, Telecinco optó por un casting de famosillos de realities de la casa mientras que Antena 3 llevó famosos de primer nivel.
En ¡Mira quién salta! un grupo de dieciocho famosillos se enfrentaban entre sí mediante la realización de pruebas de salto experimentando los riesgos que ocasiona el deporte en os entornos acuáticos. Mónica Pont, Tamara Gorro u Olvido Hormigos fueron algunas de las concursantes de su primera edición, pero un formato que resultaba tan barato no podía quedarse sin segunda temporada y superaron su nivel tróspido fichando como concursante a Sandro Rey. Telecinco creó un Gran Hermano acuático en el que lo importante era todo menos los saltos.
El programa resultaba barato y aunque la audiencia media de la primera temporada ya dio indicios de fracaso deshinchándose semana tras semana. Paolo Vasile, el jefazo de Mediaset, le dio una nueva oportunidad que terminó en una final tan solo seguida por un 10,7% de la audiencia. Un formato que seguro Jesús ha querido olvidar.
Me lo dices o me lo cantas (2017 - Telecinco)
En pleno éxito de Tu cara me suena, Telecinco decidió que quería tener su propio programa musical. Y en este marrón entraba de nuevo Jesús como presentador. Me lo dices o me lo cantas era un concurso de famosos caracterizados de políticos o personajes populares que interpretaban canciones con sus letras modificadas para intentar retratar desde el humor la actualidad.
Nada podía salir mal si no tenemos en cuenta que a Telecinco le interesaba hacer un programa barato. El resultado una realización visual nula y cero artística, además de olvidar la premisa de cualquier programa de canto: que suene bien. El formato era tan poco agradable de escuchar que invitaba al espectador a bajar el volumen y cambiar de canal. Por otro lado, el casting de concursantes no ayudaba y la mayoría de ellos era difícil de reconocer: Belinda Washington, Alyson Eckmann, Corina Randazzo, Xavier Deltell, Javier Martín, Hugo Salazar, Carmen Alcayde, Ken Apeldorn, Nagore Robles fueron algunos de los famosos que pasaron por este desaguisado.
Ni Yolanda Ramos, ni Santi Millán que eran los nombres más potentes del jurado consiguieron que el programa no se hundiera. A pesar de ser estrenado en verano con una competencia inexistente el programa se despidió del público con un 7,4% de audiencia para no volver.
Bake off España (2019 - Cuatro)
El 30,3% de audiencia de la última final de Masterchef ha demostrado que los concursos de cocina interesan, y mucho. Así, el año pasado en Mediaset decidieron probar suerte con su propio Masterchef de marca blanca, Bake Off España, presentada por supuesto por Jesús Vázquez en Cuatro. Doce aspirantes no profesionales pelearon en el talen show por convertirse en el mejor pastelero del país, 50.000 euros y la publicación de su propio libro de recetas.
En una carpa en medio de la naturaleza los aspirantes se enfrentan a tres jueces y tres pruebas por entrega que recordaban mucho a las cocinas de TVE. Sin aportar novedad alguna el único reclamo del programa era su casting formado por gente peculiar y con casi todas las historias de superación posibles que buscaban conectar con la audiencia desde el principio. Por último, hay que destacar que por el programa de los pasteleros pasaron invitados como Kiko Rivera lo que nos dice mucho lo que le interesaba la repostería al programa.
Al final el programa consiguió lo imposible, que la cocina no interesase en televisión. Para Mediaset lo que pintaba como un programa muy dulce acabó con un sabor agridulce llegando a interesar, en su mínimo, a un 3,5% de la audiencia. Al final los pasteles se le atragantaron a Jesús.
Campanadas de fin de año (2019-2020 Telecinco y Cuatro)
Las campanadas de fin de año son el acontecimiento más importante de la televisión del año, reúnen a prácticamente toda la audiencia delante de la pantalla. Tanto es así que los últimos años se han impuesto nuevas tradiciones como el vestido de Pedroche o se han mantenido las ya clásicas campanadas de TVE. Sin embargo, nadie se pregunta por las campanadas del grupo líder de audiencia, Mediaset. Este programa no es solo importante por su audiencia masiva, lo es también por los ingresos publicitarios que suponen para las cadenas. Las marcas pagan una millonada por ser el último o primer anuncio del año. Se trata del escaparate más importante para los anunciantes.
El grupo liderado por Paolo Vasile las dio por perdidas este año, sin esperanzas por liderar apostó por un programa sin sorpresas y sin mucho gasto. Cambiaron la Puerta del Sol por un pequeño pueblo extremeño, Guadalupe, y optaron por un solo anunciante, Ferrero Rocher. Todo esto bajo la batuta de Jesús Vázquez y Paz Padilla que son grandes profesionales pero no estaban a la altura de los rostros mediáticos del resto de televisiones. Por si no fuera poco, ambos presentadores tuvieron que lidiar con los propios problemas judiciales de la cadena debido a Gran Hermano y el caso de la violación de Carlota Prado. La fuga de anunciantes hizo que la última noche del año en Mediaset pesara la ausencia de anunciantes potentes.
A pesar de duplicar el dato del año anterior, un 10% de share, la audiencia quedó lejos de Antena 3, que la duplicó, o La 1 de TVE, que la triplicó. Seguro que a Jesús se le atragantaron las uvas.
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