Iñaki López vive su noche más accidentada en 'La Sexta Noche': su cara lo dice todo

'La Sexta Noche' se equivocó al recabar información sobre una de sus invitadas.

No fue una buena noche para Iñaki López la de este sábado en 'La Sexta Noche'. Y es que el presentador tuvo que hacer frente en numerosas ocasiones al error de sus compañeros de documentación en una de las entrevistas de la noche.

Así, el programa de la Sexta contaba con el testimonio de una mujer empresaria que ha tenido que cerrar su tienda por la crisis del coronavirus. Sin embargo, los datos que le habían dado al presentador eran erróneos.

"Bueno, Ana es propietaria de La Mosca Lola, una tienda de ropa en el barrio de Quintana", empezaba diciendo Iñaki López al saludar a su invitada. Pero la mujer le corregía que ese no era el nombre de su tienda de Madrid.

"No, no, no, no, no", interrumpía la mujer. "De La Mosca Lola no, jajaja", corregía con humor. "¿Cómo se llama?", le preguntaba entonces el presentador. "Mi tienda se llama Ana, qué me pongo", respondía ella provocando que el presentador tuviera un momento de tierra trágame.

"Pues de Ana, qué me pongo a La Mosca Lola, me encanta que mi equipo de redacción sea tan creativo a estas horas de la madrugada", decía Iñaki intentando poner humor al error del programa.

Pero es que ese no fue el único error que le habían dado sus compañeros a Iñaki sobre su entrevistada. El presentador prosiguió con la charla con la mujer empresaria hasta que ella le volvía a corregir haciendo que el presentador no pudiera evitar sus caras.

"Tuviste que cerrar la tienda, como todo en este país, has tenido que pedir la renta mínima, porque además eres madre soltera, tienes un crío de 13 años", comentaba López a la audiencia. "No, madre soltera no, tampoco", dijo riéndose la empresaria.

"Vamos bien", decía Iñaki sin saber donde meterse por los errores que le habían pasado desde documentación. "Ana González sí, ¿No?", añadía dudando ya de si todo lo que le habían dicho sobre la invitada era cierto y provocando que la propia Ana no pudiera contener la carcajada.