Saray, tras su polémica expulsión de ‘MasterChef’: «Lo he pasado muy mal»

Hablamos con Saray Carrillo de ‘MasterChef 8’ un día después de su traumática expulsión.

‘MasterChef 8‘ ya ha vivido su quinta expulsión en su cuarta gala. Una entrega marcada por las disputas entre Saray y el resto de sus compañeros y su polémico plato en la prueba de eliminación. Una entrega que la hacía merecedora de la expulsión y que hacía enfurecer al jurado del programa producido por RTVE en colaboración con Shine Iberia.

Charlamos con Saray un día después de su expulsión y de convertirse en trending topic durante horas en esta entrevista exclusiva:

¿Cómo te encuentras?

Estoy en una nube. No entiendo nada de lo que está pasando. Estoy recibiendo miles de mensajes de apoyo y otros muchos de odio.

¿Por qué decidiste presentarte a ‘MasterChef’?

La verdad es que fueron los redactores de búsqueda del programa los que se pusieron en contacto conmigo a través de Instagram. A partir de ahí les envié el primer vídeo de presentación y fui pasando las fases del casting hasta que me cogieron.

¿Cómo valoras tu experiencia en el programa? ¿Volverías a presentarte?

En mi experiencia en el programa sí que es verdad que he pasado muchas cosas negativas, pero también buenas y positivas. Me quedo con eso, con lo bueno. ¿Volvería? Quién sabe, ¿por qué no? Yo volvería a MasterChef para que la gente me conociera, a seguir luchando y peleando, claro que sí. Lo he pasado muy mal. Aun así, tengo una espinita clavada por todo lo que ha pasado. A día de hoy volvería para luchar y demostrar lo que valgo.

En el último programa hemos podido ver como casi todos tus compañeros deseaban que fueras la expulsada. ¿Tan mala era la relación con tus compañeros?

Durante todo el programa he pensado que mi relación con mis compañeros era buena hasta que en la emisión del último programa vi que me criticaban a las espaldas. Cuando tenía un problema con alguien no dudaba en decírselo, pero parece ser que la gente no.

Por ejemplo, Teresa siempre me hacía bromas y me decía “ay, Saray ganadora” y luego me iba criticando por detrás. Para colmo, hemos podido ver como esta mujer ha aprovechado en el último programa una actitud mía para hablar sobre mi trabajo. Fue un golpe muy bajo. No venía a cuento. Ahí se demostró la maldad que tiene. Yo soy como un volcán, que exploto pero luego no soy nada. A día de hoy, me llevo bien con Teresa.

En todo momento he ido con el corazón abierto y me he encontrado a personas que se comportan de forma cínica e hipócrita. Yo he sido verdad.

¿Con quién has tenido peor relación?

Con Teresa y José Mari, se ha visto perfectamente en el programa. Sabía perfectamente dónde pincharme para que yo saltara.

Y cómo has llevado las críticas entorno a tu nivel en la cocina. ¿Tienes menos nivel?

Nunca me he sentido menos que mis compañeros. Por ejemplo, en la prueba en la que me dieron el delantal negro que teníamos que trabajar con frutas, se dio la imagen de que yo no hacía nada, pero había gente que había hecho mucho menos.

¿Cambiarías algo de tu paso por el programa?

Tendría que haber ido con más picardía y con una estrategia clara para poder ganar.

¿Te arrepientes de tu actitud en el programa?

Ha habido muchas actitudes que no han estado nada bien. Perfecta no soy. Hay de comentarios de los que me arrepiento.

Entorno a tu último plato “Pájaro muerto en lo alto de un plato”. ¿No te parece una falta de respeto hacia tus compañeros, el programa y el resto de aspirantes a entrar a ‘MasterChef’?

Desde mi cuenta de Twitter ya he pedido disculpas pero tampoco me voy a martirizar. Ahora me lo voy a tomar a risas. Creo que no me tengo que deprimir tampoco. Aun así, hay que decir que lo que yo hice ya lo había hecho gente antes. Dalí en su libro “Las cenas de gala”, que trata sobre concina surrealista, uno de sus platos es igual al mío.

Jordi al ver tu plato dice que “es la vez que más nos hemos equivocado en 8 años” haciendo referencia a que no deberían haberte dejado entrar en el concurso. ¿Qué tienes que decir al respecto?

Pues creo que de las 8 ediciones de ‘MasterChef’ he sido la concursante que más vida ha dado al programa. El programa no va a ser tan divertido sin mí.

¿Crees que el jurado te ha metido demasiada caña?

Ha sido un poco excesivo. No he matado a nadie. He sido el “puching ball” de ‘MasterChef’. Yo no me callo.

¿Cómo ha cambiado tu vida con la participación en el programa?

No noto que mi vida haya cambiado. Sigo normal, como siempre, en mi casa con mi familia y con la gente que me quiere. He encontrado que tengo muchísima gente que me quiere. Estoy súper feliz de las muestras de apoyo. Otra cosa que ha hecho el programa es que se me han quitado las ganas de cocinar.

¿Te gustaría participar en otros programas de televisión como ‘Supervivientes’ o ‘GH VIP’?

Me encantaría. Ahí la gente me podría conocer tal y como soy. No soy ninguna maléfica. En ‘MasterChef’ no me podía mostrar tal y como soy yo, solo se ha visto un parte mía.

Hablemos de lo personal. Tu paso por el programa ha servido como visibilización del colectivo trans. Has sabido relatar a la perfección la cruda realidad que las personas del colectivo padecéis a diario. ¿Qué conlleva ser mujer trans y gitana, dos colectivos socialmente oprimidos?

Pues imagínate, si ya ser mujer es complicado en nuestra sociedad, súmale ser gitana y transexual. He recibido muchos insultos tránsfobos por redes sociales. Qué pena que en la época en la que estamos se sigan recurriendo a estos insultos.

Nos has explicado que parte de tu familia no acepta que seas una mujer tras. ¿Has sido muy discriminada en tu vida por tu identidad?

Ha sido muy duro, aunque mis padres siempre me han apoyado. Por parte de mis hermanos no he recibido el apoyo que esperaba. Me llevaron a la iglesia evangélica para realizarme un exorcismo. Lloraba porque pensaba que tenía un demonio dentro. Yo pensaba “¿Pero señor, por qué tengo yo un demonio dentro si lo único que quiero es ser feliz, ser mujer y no hacerle daño a nadie?”. Se me trató como si la transexualidad fuera una enfermedad o estuviera poseída. Por suerte, actualmente hay mejor relación, pero no tan fluida como a mí me gustaría.