María Teresa Campos confiesa tener problemas estomacales durante un confinamiento que está pasando junto a su hija Terelu Campos, que se muestra preocupada.
María Teresa Campos afrontaba la cuarentena con una situación personal bastante delicada como consecuencia de la reciente ruptura con Edmundo Arrocet. Sola en casa y sumida en un enorme desconsuelo, la comunicadora decidía dejar su casa y pasar el confinamiento con sus hijas.
Primero empezó la convivencia con Carmen Borrego, aunque finalmente ha terminado con Terelu Campos. Las dos se hacen compañía en unos tiempos bastante difíciles. Además, ambas son personas de riesgo ante el coronavirus por su historial clínico y han reconocido sentir miedo y preocupación.
Por todo ello, madre e hija siguen unos estrictos protocolos en casa: guardando las distancias de seguridad y siendo meticulosamente escrupulosas con la higiene. Apenas salen de casa, ni siquiera para salir a hacer la compra. En el caso de María Teresa, no ha pisado la calle.
Lo propio sucede con Terelu Campos, que hace sus colaboraciones con 'Viva la vida' por medio de Skype. Porque además de protegerse, está completamente volcada con su madre, a la que le está afectando físicamente el encierro. Por la falta de movimiento lo está pasando mal. Necesita recuperar las rutinas que ha dejado aparcadas.
“Las cosas siempre me afectan al estómago, más que al sueño”, explica a 'Lecturas'. “Puedo comer poco, siempre he comido poco, yo ni engordo ni adelgazo”, continúa. María Teresa asegura que Terelu se encuentra muy preocupada por ella. “Se preocupa porque coma más cosas pero yo sé lo que puedo comer”, asegura.
Además, bromea con que realmente "podría vivir si solo existieran los pasteles, que es justo lo que no hay en ningún lado. Ahora mismo tengo mi pastelito de San Marcos”, ha contado a la citada publicación.
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