Carlota Corredera confiesa su desconocido problema de salud por culpa de la televisión

La presentadora de 'Sálvame' se abre sobre un desconocido problema de salud que arrastra desde que trabaja en la tele.

Si hace unos días Carlota Corredera se vio obligada a abandonar 'Sálvame' a mitad del programa por una dolencia estomacal, ahora conocemos las secuelas que está sufriendo por trabajar en la pequeña pantalla.

Han transcurrido cinco años desde que Carlota Corredera optara por apartarse de la dirección de 'Sálvame' para situarse al frente de las cámaras. Pese a que la gallega nunca se ha arrepentido de ello, ahora fiel a su naturalidad ha querido compartir en su perfil de Instagram los problemas de piel que sufre por culpa del ajetreo diario de la televisión.

Las secuelas del estrés televisivo en Carlota Corredera

"Llevo diez años acudiendo a los centros de estética de Carmen Navarro. Empecé por un brote terrible de granitos en el cuello, tengo la piel muuuuy sensible y el estrés de la tele hacía estragos en mi cara. Esos granitos se esfumaron pero he seguido cuidando de mi rostro, cuerpo y alma con el mismo equipo", ha relatado Carlota satisfecha por los resultados.

Carlota Corredera tomó las riendas de 'Sálvame' como presentadora en 2015 cuando acababa de dar a luz a su hija, Alba, y pudo compatibilizarlo bien con su faceta maternal. Sin embargo, ha tenido que hacer frente al estrés propio de hacer un programa diario de cinco horas en directo. A lo que se añadían sus hábitos poco saludables hace una década, desde su adicción al tabaco a una alimentación poco equilibrada.

Mientras tanto, su piel facial se resintió debido al exceso de capas de maquillaje que exige la televisión. Por ello, Carlota decidió tomar cartas en el asunto. Y además de aprender a llevar una vida saludable, acude semanalmente a su centro de medicina estética. Allí se somete a sesiones con tratamientos con el objetivo de "reequilibrar y restaurar la piel", gracias a una bomba vitamínica específica basada en combinación de ingredientes activos neurocosméticos que se encargan de regenerar el manto ácido de protección de la piel.