El equipo rojo superó todos los récords al no sacar ninguno de los dos platos.
La séptima edición de 'Masterchef' emitió este martes su segunda gala que estuvo marcada por el mayor fracaso y caos de la historia del talent show en la prueba de eliminación que se celebró en el castillo de Peñíscola.
El equipo rojo con Carmen como capitana sorprendió a los jueces al no tener listo ninguno de los platos del menú. "El guiso está cancelado", les decía Jordi Cruz al descubrir que las patatas no se habían cocido tras media hora de retraso.
El chef les exigió que se pusieran con el postre: " "A por el postre. Y no os digo más, porque si os digo algo, no os va a gustar nada", gritó Cruz visiblemente cabreado con su equipo.
Tras ello, Valentín, que se había encargado hasta entonces de hacer el postre quiso animar a su equipo pero sin surtir efecto pues finalmente el postre tampoco salió. "Lo poco que tenéis, está quemado y malo, porque no habéis hecho lo que teníais que hacer: coger la receta y hacer una masa normal", decía Jordi.
"Es inadmisible"
El juez se mostró muy disgustado y cabreado con el resultado y más teniendo en cuenta que cuatro de los componentes del equipo rojo eran de su grupo. "Pedid disculpas a cascoporro, porque es inadmisible. Primera vez en la historia de 'MasterChef', que un equipo no ha presentado ni uno de sus platos", declaraba Jordi.
"Imaginaréis el mosqueo monumental no solo por el mal lugar en el que me dejáis, sino porque entre vosotros hay cuatro concursantes de mi equipo", añadió el chef antes de mostrarse cabreado con la capitana por las excusas que ponía.
"No hemos caído porque no sabíamos que había que cocinar para 150 personas", decía Carmen, la capitana sin convencer a Jordi. "No quiero escucharos a ninguno de vosotros. No quiero escuchar excusas bobas", le contestaba el cocinero.
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