La visita de Miriam Rodríguez en la Gala 5 deja en evidencia la grave crisis interpretativa de los concursantes de 'OT 2018' en los directos.
Vas caminando por una pradera verde y floreada, hay sol, oyes pájarillos, el sonido del río... y de repente, una piedra en el camino te hace tropezar y caer ladera abajo sin pausa y sin freno. ¿Qué sucedería si llevamos esta metáfora de la naturaleza al plató de 'OT 2018'? Pues básicamente lo que hemos presenciado esta noche en la Gala 5, con un arranque colorido, apoteósico, divertido,... y atragantado por una lluvia de confeti que hacía presagiar que la velada no iba a ser como hace siete días.
La 4ª Gala del programa consiguió hacernos olvidar tres semanas consecutivas de errores garrafales por decisiones inexplicables, y parece que tantos aplausos y tantos elogios han relajado en conjunto a concursantes y al equipo técnico, en una noche con un aprobado justito en términos globales. Y sino, que se lo digan a los cámaras y el equipo de realización al completo, con unos fallos que han conseguido deslucir los números musicales más esperados de la Gala 5.
¿Qué ha sucedido durante la actuación de 'Pienso en tu mirá' de Natalia y Julia? Cuando cantaba la gaditana, enfocaban a la pamplonesa y viceversa, y cuando no, nos regalaban un bonito plano del suelo o directamente enfocaban a una de ellas cuando ni siquiera estaba preparada ni iluminada para hacer su acting. Un cúmulo de fallos que se han sucedido continuamente hasta tener una actuación que podría haberse viralizado por las redes sociales por tratarse de un tema del fenómeno musical del año, Rosalía, y que se quedará como una performance más de las muchas que llevamos de este 'OT'. Una auténtica oportunidad perdida por falta de una realización meditada y estrictamente cuadriculada que nos hubiese regalado un numerazo para recordar.
Pero a pesar de de la profesionalidad y la afinación con la que han cantado, no han sido las únicas en tener una actuación deslucida por la realización. Marilia tenía probablemente uno de los números con la idea escénica "más pensada", y aunque su interpretación le ha costado la nominación siendo salvada por los profesores, el conjunto de la actuación ha terminado siendo un jaleo de personas que no paraban de salir y entrar en planos, con unos planos generales que provocaban en el espectador hasta incomodidad visual.
Por suerte, la Gala nos tenía preparada una actuación ya anunciada que ha conseguido ponernos la piel de gallina, los pelos de punta y el bello erizado; todo a la vez. Miriam Rodríguez presentaba su nuevo single, 'NO!' junto a Pablo López, con una interpretación que ha traspasado la pantalla y ha llegado a tocar la fibra del espectador más cerrado y negado. Y si, aquí se ha notado que si una actuación está pensada con el tiempo suficiente, se consigue hacer magia visual que te atrapa desde el minuto cero, con una iluminación apoyada en focos blancos y fondo negro para dejar simplemente la silueta de los dos artistas y el piano, y disfrutar únicamente de la fuerza del momento con sus voces y su intensidad. Una visita "envenenada" que ha mostrado el gran avance profesional de Miriam en menos de un año, ganando en confianza y acting, y que se ha convertido en un arma de doble filo para los concursantes de este año, que una noche más han suspendido en la manera de trasmitir y mirar fijamente a cámara para llegar al gran público que les ve cada miércoles. Una grave crisis que Itziar Castro debe poner fin cuanto antes.
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