Vuelven a saltar los cuchillos entre Paz Padilla y Mila Ximénez

El enésimo rifirrafe entre la colaboradora y la presentadora ha venido a raíz del caso de Mónica Gil, detenida recientemente por un delito continuado de estafa.

Saltaba la noticia hace una semana. Mónica Gil, conocida ya como la “estafadora de la jet set”, era encarcelada por haberse apropiado ilícitamente de casi cinco millones de euros. Y entre la engrosada lista de estafados, a parte de figurar personalidades bien reconocidas como Carla Pereyra, novia de Simeone, también se encuentran rostros de ‘Sálvame’ como Mila Ximénez o Kiko Matamoros.

Es por eso por lo que Ximénez ha estado muy disgustada y encrespada a partes iguales. Primero, por haber caído en los tentáculos de una timadora compulsiva con la que llegó a estrechar una relación de confianza y, segundo, por el daño que ha hecho incluso a personas desfavorecidas que, según ella, han perdido todo, hasta su hogar, víctimas de sus artimañas.

Con todo, la mecha de este asunto se ha alargado tanto que ha dado para hacer mesas de debate moderadas por Paz Padilla. Y ha sido en ese espacio donde, con la presencia de Javier Negre, periodista de ‘El Mundo’ que ha seguido de cerca la investigación, han saltado las chispas una vez más entre la humorista y la tertuliana.

Paz, que no estaba muy puesta en el peliagudo tema que se estaba abordando, ha intervenido dando palos de ciego y atreviéndose a comentar sobre un asunto que no controlaba en absoluto. Por eso, Mila, que estaba muy alterada con la situación porque lo ha vivido muy de cerca, no pudo resistirse a lanzarle dardos a la presentadora hasta que le apostilló sin contemplaciones: «Paz, no la vayas a liar que llevamos una semana así».

El corte dejó a Padilla impertérrita y, aunque podemos intuir que no le sentó nada bien el órdago que le lanzó apostó por desviar la atención. Y es que, conocedora de que Ximénez ha sufrido chantajes y extorsiones, no quiso hacer leña del árbol caído. No obstante, no es la primera vez que ambas se dedican jabalinas en una demostración de que entre ellas las espadas siempre están en alto.