CRÍTICA: ‘Lolita tiene un plan’ atractivo y elegante para TVE

A TVE le dolió, y mucho, la marcha de uno de los programas que más alegrías y audiencia le ha otorgado en los últimos años. 'En la tuya o en la mía' fue un acierto total y la despedida de la cadena pública sentó como un cubo de agua fría en pleno mes de enero.

Habían dado en la tecla con el formato. Pronto aparecerían problemas similares en la competencia, como 'Dos días y una noche' o 'El Árbol de tu vida'. Había que aprovechar el momento y no quedarse dormido en los laureles. Ellos habían inventado la receta y había que seguir cocinando muchos platos.

Y encontraron en Lolita la oportunidad de seguir cocinando. Una cara conocida, querida, con una larga trayectoria y muy carismática. El ingrediente principal aprobaba, pero… ¿Cómo serían el resto? ¿Se ha tenido en cuenta el posible hartazgo del publico a este tipo de cocina?

'Lolita tiene un plan', así se llamaba el nuevo plato de TVE, que empezó con Lolita en su casa y su voz en off hablando sobre sus posibles cualidades como anfitriona. ¿Qué pensarían sus invitados?

El plato fuerte del programa piloto son, sin duda, las invitadas: Tres grandes de la interpretación como Lola Herrera, Cayetana Guillén Cuervo y Adriana Ugarte. Tres personas a diferencia de 'Mi casa es la tuya', que habitualmente suele ser una.

Quizás esta sea la gran novedad del programa. Al menos en este primer pase. En la nueva apuesta de Gestmusic el espectador es el comensal pasivo de una cena en la que las cuatro artistas conversan sobre el mundo al que se dedican: La interpretación, el espectáculo, sus trabajos, la situación del sector, etc. Una conversación privada abierta a todos a través de las cámaras.

Algo que también llama la atención es la entrevista paralela que el programa le hace a las invitadas. La cena es intercalada con declaraciones de las tres artistas a cámara hablando sobre diversos aspectos de su vida profesional y personal.

Por lo demás, al estreno le ha faltado algo de ritmo. Y eso, en el programa piloto, es un punto a corregir. “La charla” de Lolita con sus invitadas resulta en parte plana, sin puntos altos pero tampoco bajos. Una charla demasiado “profesional” y poco personal que puede alejar al televidente, sobre todo si no está atento a ella.

Es por eso por lo que se requiere que el espectador preste atención a lo que se habla, que siga la conversación. Si éste ve el programa mientras desarrolla otra actividad o se entretiene por algún motivo está perdido. Hay que dedicarle su tiempo.

El final sí que sorprende con una inesperada visita: Edu Soto. El actor, invitado por Lolita tras su buena relación en 'Tu cara me suena', canta un tema para cada invitada en directo acompañado de un piano. Hasta incluso Lolita se atreve con el micro. Un broche de oro aplaudido.

En cuanto a la técnica ‘Lolita tiene un plan’ aprueba. Un programa bien producido, con inclusión de numerosas imágenes de archivo y buenos planos. A Lolita se le ve agusto, en su salsa, y eso es un punto fuerte de cara al espectador que ve cómo la conductora disfruta haciendo su trabajo.

Así, podríamos definir el programa: como una elegante cena entre amigas bien grabada y producida a la que le ha faltado algo más de dinamismo y emoción (presente en los últimos minutos), puntos que si se llegan a pulir le harán crecer y ser mucho más atractivo de lo que ya es.

Las comparaciones son irremediables con programas similares. Cada uno, dentro del formato, tiene diferentes estilos. Que el espectador elija o juzgue según sus gustos, según su forma de ver y/o disfrutar de la televisión.

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