ENTREVISTA EXCLUSIVA ELTELEVISERO.COM
"'Amar' ha sido una manera de contar una época, que a algunos habrá gustado más que a otros, pero no es una serie política". "Pelayo, Manolita y yo somos casi como una familia". "Confío en que la serie continúe con la nueva dirección de TVE".
Manu Baqueiro interpreta a Marcelino en la exitosa 'Amar en tiempos revueltos' (TVE) desde el primer episodio, y acaban de celebrar ya los 1.500. El actor nos concede esta entrevista en exclusiva a ElTelevisero.com, donde nos habla en profundidad de este serial de época diario, sus experiencias o el futuro de esta ficción, que siguen diariamente alrededor de 3 millones de espectadores.
ElTelevisero.com: 1.500 episodios, siete temporadas y más de seis años de emisión, ¿cuáles crees que son las claves del enorme éxito de 'Amar'?
Manu Baqueiro: Creo que 'Amar' funciona porque está contando una historia que mucha gente ha vivido, nuestros abuelos, los padres de algunos, y a muchos les gusta recordar esos tiempos, pero otros muchos también se han enganchado a la serie, porque además se cuentan muchas historias que pueden ocurrir en cualquier momento. También, considero que ha funcionado notablemente el modelo de reinventar la serie cada temporada, es decir, tiene una serie de personajes fijos, que tenemos la suerte de seguir ahí y luego el resto pues se van renovando y reinventando con distintas historias, lo que refresca un poco las tramas. Pienso que la mezcla de todos estos factores hace que la serie siga funcionando.
Rodolfo Sancho, Pilar Bardem, Inma Cuesta, Álex García o Emilio Gutiérrez Caba, son entre muchos otros quiénes han encabezado las diferentes temporadas, ¿sorprende que 'Amar en tiempos revueltos' se haya convertido en una "escuela de actores"?
M. B.: Más que una "escuela de actores" diría que ha pasado por aquí media profesión. Porque además de haber descubierto a bastante gente joven o que llevamos menos tiempo en el mundo de la interpretación, también han participado grandes profesionales de la talla de Pilar Bardem, Héctor Colomé, Cayetana Guillén Cuervo, Alberto Jiménez o Natalia Millán, entre muchos otros. Por tanto, hay una mezcla muy acertada de actores veteranos con gente nueva. Pero en esta serie siempre ha primado más que el nombre hacer buenos castings y coger buenos actores, aparte de a mí, claro, que soy un "mierda" (risas), pero los demás son todos muy buenos (risas). Si es cierto que ha sido muy coral, y han pasado actores muy diversos.
Desde 1936 hasta 1956, 'Amar' ha hecho una radiografía desde el triunfo del Frente Popular, la guerra civil hasta las primeras décadas del franquismo, ¿crees que ha hecho un retrato histórico fiel a lo que sucedió en esos convulsos años?
M. B.: Yo no sé si ha realizado un retrato histórico fiel absolutamente, pero sí ha sido una manera de contar una época, que a algunos habrá gustado más que a otros, pero esto es más un marco temporal en el que se ambienta, pues luego las historias que se cuentan son pequeñas historias del día a día. Entonces, pienso que es un retrato más costumbrista que político. Por supuesto, que se hace un fiel reflejo de lo que era la época, y eso incluye asuntos políticos, pero además se tratan otros muchos temas, como la llegada de la radio, ahora contaremos con el nacimiento de la televisión, de cómo se vivía en Madrid en aquella época, etc. que intenta ser un pequeño reflejo de cómo podía ser todo el país, por tanto, no la definiría como una serie política.
¿Podrías adelantarnos algo de lo que ocurrirá en los próximos episodios? ¿Alguna novedad para los personajes del "Asturiano"?
M. B.: No puedo contar mucho, que luego los guionistas nos matan (risas), pero sí que puedo adelantar que va a haber unos cuantos problemas en casa, y que ese punto cómico que casi siempre tenemos se va a oscurecer un poco, por dramas familiares que vamos a tener en relación con Manolita, pero ya más no puedo decir.
Llevas interpretando a Marcelino desde el primer episodio, junto con Pelayo (José Antonio Sayagués) y Manolita (Itziar Miranda). ¿Crees que parte de la gran fidelidad de los espectadores se debe a la continuidad de vuestros personajes?
M. B.: No creo que se deba solamente a nosotros, ni muchísimo menos, la fidelidad de los espectadores quiero pensar que se explica porque les gustamos, porque si no, no seguiríamos ahí, pero considero que tiene mucho que ver con la fórmula de mantener unos personajes fijos y renovar y refrescar cada año la serie con nuevas tramas, nuevas localizaciones y nuevos personajes, convirtiéndola casi en una serie nueva, toda esa mezcla es en gran parte lo que puede generar la fidelidad de la audiencia.
¿Cómo es vuestra relación fuera de la serie?
M. B.: Pues ya somos casi como una familia, porque ha habido temporadas que hasta hemos compartido camerinos los tres, vamos que nos llevamos muy bien y hay mucha confianza. Con Itziar Miranda quedo bastante para salir a tomar copas, a cocinar algo para los amigos y ese tipo de cosas. Y con José Antonio Sayagués, pues es casi como un tío de los dos, casi como otro padre, él nos cuida con sus consejos y demás. La verdad es que si no fuese así, esto suena a tópico, pero es que entonces no podrías aguantar casi siete años con la misma gente, sería imposible. Porque si nos llevásemos mal estando todos los días unas 10 horas juntos, no podríamos convivir ni delante de la cámara ni detrás, vamos que sería insoportable.
¿Te han ofrecido estos años algún otro proyecto de ficción?
M. B.: Sí, han surgido cosas, aunque es cierto que tengo exclusividad con la televisión, y cuando han surgido no eran personajes tan largos o tan seguros como podía representar para mí en ese momento el de Marcelino. Y o lo ofrecen antes de empezar una temporada, o ni te lo planteas, porque a mitad de la temporada hay un contrato en vigor. Dicho esto, quiero confesar que aquí he estado muy agusto, es como mi segunda casa y cuando esto tenga que terminar pues ya no me importa llevando aquí casi siete años, y ya llegará el momento de cambiar de personaje, porque, por supuesto, a todos nos apetece. Estos años sí me han permitido hacer teatro, ha sido un lujo, porque te refrescas con el cambio de registro y de personaje. Aunque hayan ido surgiendo cosas, ‘Amar’ es una serie de una consistencia y te da una seguridad, que es difícil rechazarla. Y no me he planteado dejarla. Lo que sí he intentado es compatibilizarla con otras cosas y para enero o febrero también pretendo participar en otra obra de teatro.
¿La llegada de una nueva dirección a TVE supondrá algún cambio en la serie? ¿Peligra su continuidad?
M. B.: Pues es una pura incógnita. No sé qué hará el nuevo gobierno, pero confío en que valoren el éxito que tiene la serie, pues, por ejemplo, a mí me paran en la calle gente de cualquier tendencia política, a la que ‘Amar en tiempos revueltos’
le fascina, y teniendo una audiencia tan buena a mi me daría mucha pena que fuera retirada, por una determinada tendencia política que yo pienso que no tiene. Considero que ha sido una serie neutral, en la que se han contado historias de distintos personajes que representan a distintos estratos sociales. Aunque, soy optimista y creo que seguirá, y bueno si la quieren cambiar pues que sea porque van a poner algo mejor.
¿Qué tal llevas la popularidad?
M. B.: Pues tiene su lado bueno y su lado malo. Creo que lo llevo bastante bien. Hay veces en las que puede ser un pequeño agobio, teniendo a mucha gente encima, y otras en las que te lo tomas con risas, y es un halago que alguien te pare por la calle y diga que le gusta la serie y tu trabajo, y la verdad es que sí que percibo ese cariño de la gente hacia el personaje, y cuando la gente es cariñosa contigo, esto no puede ser nunca un agobio.
Tanto tiempo tras la barra del "Asturiano" te habrán convertido en todo un "experto" culinario, ¿qué tal te llevas con los fogones?, ¿alguna habilidad en especial?
M. B.: La verdad es que siempre me ha gustado bastante cocinar y como soy de origen gallego, pues me gusta mucho cocinar platos como las almejas, la lubina a la sal, pulpo, centollos, de todo. Bueno, no me defiendo mal, y tanto tiempo detrás de la barra, pues supongo que algo se te queda (risas).
¿Cómo es un día normal en la vida de Manu Baqueiro? ¿Aficiones que nos quieras confesar?
M. B.: Pues un día normal en mi vida realmente me lo paso en plató y cuando tengo tiempo pues me gusta ir al campo, jugar al tenis, al baloncesto. Sobre todo, me gusta bastante salir fuera. También, por supuesto, me encantan las cañitas, salir a tomar alguna copa y pegarme algún que otro homenaje gastronómico cuando la economía lo permite (risas). En fin, que si me quedo en casa encerrado me vuelvo loco.
Conociendo mejor a Manu Baqueiro...
Siete temporadas dando vida al entrañable Marcelino
Manu Baqueiro (1978, Madrid), actor de televisión, cine y teatro, de origen gallego y licenciado en Derecho, abandonó pronto este campo para dedicarse al mundo de la interpretación. Además de participar en diversas obras de teatro, en sus inicios rodó algunos cortometrajes e intervino en el largometraje "The Tester". Además, ejerció de presentador durante dos años en 'Madrid Directo' (Telemadrid).
Pero es en las series de televisión donde ha alcanzado mayor popularidad: 'La Sopa Boba', 'Capital', 'Impares', y sobre todo, su papel de Marcelino Gómez desde el primer episodio en el exitoso serial diario de TVE 'Amar en tiempos revueltos', que ha cumplido ya 1.500 emisiones. Manu Baqueiro nos ha hecho revivir a lo largo de estas siete temporadas una de las etapas más convulsas de nuestra historia, con un personaje que desde el primer día se ha ganado el cariño de una fiel audiencia.
Foto: RTVE.es
Además de la participación del actor en nuevas obras teatrales, se acaba de presentar "La España de Pelayo, Manolita y Marcelino", el nuevo libro inspirado en la exitosa serie, narrado por los entrañables personajes del "Asturiano", que se convierten en sus auténticos protagonistas.
¡Larga vida a 'Amar' y que vengan muchos éxitos más para Manu Baqueiro!
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Sobre la firma
Periodista especializado en televisión. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Director y creador de El Televisero en mayo de 2009. Apasionado de los medios y la política.