La cantante y concursante de 'Supervivientes 2016' concede una sincera entrevista a la revista 'Lecturas' donde confiesa los duros momentos que ha pasado en los últimos años
Su mítico 'No cambie' se convirtió en una de las canciones más escuchadas y tarareadas en la década de los noventa. Pero, pronto, la antes Tamara y ahora Yurena se convirtió en un juguete roto de manos de Telecinco. Participó de manera asidua en 'Crónicas Marcianas' y otros programas de la cadena. Pero, desde hace unos años había desaparecido de la tele. Hasta ahora. Su participación en 'Supervivientes 2016' la han devuelto el cariño de la gente, convirtiéndola en uno de los concursantes favoritos de la edición.
Tras su expulsión, concede una sincera entrevista a la revista 'Lecturas', donde cuenta los dramáticos momentos por los que ha pasado en los últimos años y que la han llevado, incluso, a querer quitarse de en medio.
Tamara empieza recordando lo dura que fue su infancia, ya que sufrió acoso escolar: "Era gordita y gafotas, fue un infierno. Nunca lo conté en casa, pero conseguí que me llevaran a un médico para que me pusiera a dieta y me quitara las gafas"
La cantante adora a sus padres, especialmente a su madre, Margarita Seis Dedos, que se llegó a convertir en casi tan famosa como su hija: "La primera semana de concurso tenía miedo de que mi madre sufriera. Tiene alzhéimer desde hace tres años y no me ha reconocido", dice con tristeza, aunque también tiene palabras de cariño para su padre, en quien, según reconoce, ha pensado mucho en el concurso: "¡Lo quiero tanto! No se lo he dicho nunca. He estado siempre muy unida a mi madre y quizá se ha sentido desplazado".
Yurena recuerda con tristeza cómo se trataba a su madre en televisión, las burlas que despertaba, y reconoce que ella no quería que su madre la acompañara a los platós. Pero que ésta lo hacía para "protegerla": "No quería que viniera, pero ella sabía como se me trataba y quería protegerme" "Ella es mi vida. El daño que hicieron a mi madre es lo más doloroso de mi vida. Ella lloraba y sufría mucho. Fue una madre coraje que renunció a su vida para acompañarme a Madrid a cumplir mi sueño. Yo tenía 28 años. Parecía que había que cachondearse de ella y hasta que dejo de salir la llamaban de todo".
Ella niega formar parte del fenómeno 'freak' que nació en su momento, con Paco Porras, el Padre Apeles o Yola Berrocal, entre otros: "Me metieron en ese saco y no se porqué. Soy una artista con una personalidad muy marcada. He sido la más masacrada, vilependiada y ridiculizada de este país. ¿Qué culpa tengo de que se me acoplara aquella gente? Era ingenua. Ahora ya no me fío".
"Deseaba dejar de vivir"
También reconoce arrepentirse de algunas cosas del pasado, y el haber confiado en algunas personas: "Hice reportajes en televisión gratis, abría mi humilde casa alquilada. Aún no ganaba dinero y pensaba que aquello me ayudaría en mi carrera. Se reían de mí con mucha maldad. Ahora nadie entra en mi casa", sentencia. La artista reconoce que llegó a recibir tratamiento psicológico ante las burlas que recibía en televisión, "pero resistí", afirma orgullosa. "No soportaba el acoso de los primeros años, no podía salir a la calle, me daba pánico. Se reían de mi madre y de mí, nos han agredido, a mis padres los patearon. No podía más, sólo quería desaparecer e intenté dejar de vivir. Mi madre me encontró inconsciente después de haberme tomado dos botes de pastillas. Me salvó la vida por minutos".
Quizá por eso, Yurena decidió retirarse del mundo mediático: "Me aparté de todo y rechacé todo tipo de ofertas. Tenía pánico escénico, llegué a odiar mi profesión porque lo relacionaba con que mi madre y yo sufriéramos. Hasta que me di cuenta de que mi vida es la música. Curé mis heridas del alma y volví renovada".
Tamara 'la mala'
Debido a derechos de imagen, Tamara tuvo que cambiar de nombre artístico. Ya que según se dijo el nombre pertenecía a la otra Tamara, la de los boleros. O, para algunos detractores, "la buena", mientras que ella pasó a ser Tamara "la mala". "Esa campaña fue dañina... La que tenía registrado el nombre era yo y me pertenecía por antigüedad desde 1990, pero le hacía sombra y fue a por mí. Gané un primer juicio pero perdí el recurso. Estaba tan destrozada que no tuve fuerzas para seguir la lucha. Habría ganado, pero se lo regalé. Ahora me arrepiento. Esto provocó mi segundo intento de suicidio", confiesa a 'Lecturas'.
La cantante confiesa que si llega a saber que iba a pasar por todo esto, habría optado por otra profesión: "No me ha compensado", reconoce, aunque también se siente orgullosa de sus errores. "Soy lo que soy por todo lo que he hecho".
Yurena acaba la entrevista confesando que ahora es feliz, "estoy en paz, he hablado mucho conmigo misma. Me he dado cuenta de que soy más fuerte de lo que me imaginaba. Mi vida ha sido un camino de espinas, cero rosas, pero he salido adelante".
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