El Gran Wyoming ha arrancado 'El Intermedio' este miércoles haciéndose eco del proyecto de reforma presentado para "resignificar" el antiguo Valle de los Caídos y alejarlo de un monumento de exaltación de la dictadura. Sin embargo, el presentador de La Sexta se ha mostrado reacio con la propuesta del Gobierno.
Tras recordar como cada noche las víctimas del genocidio en Gaza, y con las fiestas a la vuelta de la esquina, el conductor de 'El Intermedio' ha comenzado a reflexionar sobre los regalos de Navidad. "No hay nada peor que un obsequio indeseable, inútil. Especialmente si es muy grande, por ejemplo: esta cosa que nos regaló Franco allá por los años cincuenta", ha comenzado señalando el comunicador.
El Gran Wyoming echa por tierra el proyecto para reformar el antiguo Valle de los Caídos: "Eso no lo resignifica ni Dios"
"Vale, en realidad lo pagaron todos los españoles de la época y lo construyó mano de obra esclava, pero el tío se empeñó en regalárnoslo y ni siquiera pudimos decirle 'hombre muchas gracias, qué bonito... ¿Viene con ticket regalo?", señalaba El Gran Wyoming entre risas antes de repasar la nueva iniciativa del Gobierno para dar otro enfoque al monumento alejado de su vinculación a Franco y la dictadura.
"El problema es que ya durante muchos años, en democracia, no hemos sabido qué hacer con este engendro fascista. Bueno, pues de después de darle muchas vueltas, ayer el Gobierno presentó el proyecto ganador del concurso internacional de ideas para resignificar el Valle de los caídos", ha anunciado el presentador, visiblemente escéptico con el planteamiento.
Así, ha advertido que borrar el significado del polémico enclave no va a ser tarea fácil. "Que ya os digo yo que resignificar un monumento de exaltación fascista construido a mayor gloria de un dictador criminal es cómo intentar hacer pasar las memorias de Isabel Preysler por un clásico de la literatura", ha bromeado el Gran Wyoming antes de ponerse más serio para reflexionar sobre el tema.
"Eso no lo resignifica ni Dios. Y valga la redundancia porque alguno dice que vive dentro...", ha asegurado. "El proyecto ganador incluye un centro de interpretación y quiere introducir paneles informativos sobre cómo y quién lo construyó. Todo eso está muy bien, pero lo cierto es que, en lo básico, deja las cosas prácticamente como están", espetaba el conductor de La Sexta con gesto de desaprobación.
"El interior no se toca y sigue siendo una basílica en la que un grupo de monjes benedictinos van a continuar recordando la memoria del dictador. Además, la gigantesca cruz va a seguir ahí presente, recordándonos a todos que incluso cincuenta años después de muerto Franco suscita entusiasmo entre sus partidarios y temor entre los demócratas", ha lamentado el Gran Wyoming según se disponía a lanzar un dardo contra el ejecutivo y su equipo.
"Porque es evidente que el Gobierno ha actuado con temor y no se ha atrevido a enfrentarse a las presiones tanto de los ultras como de la Iglesia católica. Que nos quiere convencer de que un símbolo fascista es un templo religioso normal y corriente", ha sentenciado el presentador de 'El Intermedio', subrayando su decepción con el proyecto.
"Yo francamente lo que haría es devolver el regalito a la familia Franco, que lo coloquen donde puedan y si no tienen sitio que lo coloquen, como hacemos todos, donde los regalos feos, en Wallapop", ha terminado señalando en tono de humor el Gran Wyoming antes de arrancar oficialmente la emisión de este miércoles.
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