Lo que ha ocurrido al final de la gala 13 de 'Supervivientes 2024' termina por rematar una edición repleta de polémicas y escándalos que no se recuerdan en anteriores temporadas por el oscurantismo de su nueva organización y, en particular, de su dirección en Honduras.
Tras la expulsión de Kiko Jiménez en Palapa frente a Marieta, su otra mitad en el concurso, el novio de Sofía Suescun ha tenido que medirse en un duelo con Blanca Manchón para conocer quién de los dos se marchaba definitivamente de vuelta a España y quién resultaba repescado y, por tanto, podía reincorporarse.
Para ello, se ha abierto una votación exprés a través de la app de Mitele entre ambos supervivientes, que debía ser cerrada y resuelta al finalizar la emisión como así ha anunciado Jorge Javier Vázquez en varias ocasiones a los espectadores.
'Supervivientes' aborta la resolución de la expulsión
Sin embargo, llegado el final de la decimotercera gala de 'Supervivientes', y cuando apenas quedaban cinco minutos para decir adiós, desde dirección le han indicado a Jorge que no conectara con la playa en la que se encontraban Kiko Jiménez y Blanca pese a que él estaba dando paso e intentando abrir conexión como así marcaba la escaleta.
Finalmente, el presentador -por órdenes improvisadas de la cúpula- se ha limitado a hacer tiempo en Palapa y, acto seguido, se ha dejado al público completamente plantado; despidiendo la entrega sin expulsar y sin ofrecer explicaciones de por qué no se ha resuelto el televoto como así se había prometido ni de por qué no se ha conectado con Kiko Jiménez y Blanca como estaba estipulado.
¿Qué ha ocurrido para que se haya producido esta descarada censura? Minutos antes, Kiko había experimentado un chocante cambio de comportamiento, y se le ha percibido tremendamente rebotado con el programa. Esto hace pensar que algo ha debido de suceder entre él y la organización de 'Supervivientes' para que se haya decidido abortar esa conexión y se haya tenido que cortar la gala abruptamente sin anunciar la esperada expulsión. Un escándalo mayúsculo, que no tiene precedentes, por el que la audiencia merece una explicación urgente.
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