La década de los 90 nos dejó una serie de clásicos animados que han resistido el paso del tiempo. Al menos, en nuestra memoria. Ahí está 'Gárgolas', una serie de animación que mezclaba lo oscuro con lo infantil, y que se convirtió en un producto del culto casi al instante. También podemos encontrar 'Batman, la serie animada', que aún a día de hoy sigue siendo reverenciada. Y, en el terreno de los superhéroes, cómo olvidarnos de 'X-Men', con su sintonía en los créditos iniciales que todavía podemos tararear, ¿verdad? Pues es precisamente esta última la que ha conseguido una secuela improbable casi 20 años después de su final. 'X-Men '97', que ha llegado a Disney Plus este 20 de marzo, convirtiéndose en la serie nueva de Marvel más larga de la plataforma hasta la fecha.
Obviamente, estamos hablando de un clásico de la animación. Se alargó durante cinco temporadas, y aunque no todas tuvieran la misma calidad, siempre destacaron por su fidelidad a los cómics, y su intención de adaptarlos a los nuevos tiempos. Recordemos que 'La Patrulla-X lleva con nosotros cerca de 60 años. Increíble, ¿verdad? La creación de Stan Lee y Jack Kirby, aunque no tuvo mucho éxito en un principio, tuvo que esperar a la llegada de Chris Claremont y el dibujante Dave Cockrum para darle un lavado de cara. Estamos hablando de la Segunda Génesis, que nos presentó a personajes tan conocidos hoy como Tormenta o Lobezno. Aunque la serie original animada tome como base inicial a la alineación que propuso Jim Lee a principios de los 90.
'X-Men '97' toma como referencia varios de los temas que puso Claremont sobre la mesa. Es decir, el rechazo al diferente, el auge del fascismo, o la necesidad de convivir frente a la amenaza de la guerra. Todos esos temas son los que convirtieron a los mutantes en lo más vendido de Marvel en los años 80 y parte de los 90. Porque eran los inadaptados. Muchas veces, hasta los propios superhéroes grandes de la Casa de las Ideas les temían, o les rechazaban. Y en una década asolada por la epidemia del SIDA o que venía de superar, a medias, la segregación racial, provocó que los colectivos más oprimidos se sintieran muy identificados.
Denuncia social animada
Esa base social sigue presente en 'X-Men '97' (aunque por ahora, la prensa solo hemos podido ver los tres primeros episodios). Ya lo estuvo en el clásico de la década de los 90, y esta serie secuela recoge el testigo. De hecho, lo recoge justo donde terminó su precedente. El profesor Charles Xavier está muerto, Jean Grey embarazada y Cíclope teniendo que hacerse cargo de la escuela y del grupo. Para más complicación, los Amigos de la Humanidad siguen haciendo de la suyas, tratando de arrinconar a los mutantes y demostrarles su superioridad. ¿Nos recuerda a algo?
Las pintadas, las turbas de gente, los insultos. Todo sigue presente. Porque al final, la gran amenaza de la Patrulla-X nunca fueron supervillanos o extraterrestres con ganas de pelea. No. El gran villano del equipo siempre fue la propia humanidad. Gente que no les comprende, que les teme. ¿Y qué se hace cuándo temes a algo? Tratas de acabar con ello, antes de que acaben contigo. Esa es casi la máxima de Amigos de la Humanidad, ya desde el primer episodio, con especial aparición de los Centinelas, los robots asesinos de mutantes.
En el clima actual que vivimos, el estreno de 'X-Men '97' no podía llegar en mejor momento. Porque no es que 2024 haya comenzado demasiado bien, sinceramente. O demasiado diferente al año pasado. Y ver una serie valiente, que se atreve a llamar las cosas por su nombre, sin perder un ápice de entretenimiento, es de agradecer. Mención especial a ese segundo episodio, en el que ni siquiera quieren atender a una mutante de parto.
Una animación más cuidada
Una de las cosas que más miedo podía darnos, pero que por suerte se mantiene, es la música de los créditos iniciales. Remezclada para la ocasión, pero igualita a la que recordábamos. Eso sí, con un toque diferente, ya que va cambiando en cada episodio. Al menos los que hemos podido ver. Y ya desde ese principio, podemos observar que la animación es muy superior a la serie original. Porque uno de los principales problemas de esta era que, pese a que los personajes estaban muy bien desarrollados, a veces no tenían una animación que les hiciera justicia.
Pero esta 'X-Men '97' ha superado las expectativas por completo. Referencia el estilo clásico animado, pero le da un lavado de cara y lo hace todo mucho más moderno. Un acierto. Aunque hemos de añadir que lógico, porque para qué hacer una secuela si no vas a mejorar los problemas de lo original, ¿verdad?
Las peleas y los movimientos de los personajes están mucho más delineados y perfeccionados. Incluso sus rasgos. Lo notamos en Lobezno, que sigue un poco deprimido por no poder estar con su gran amor Jean Grey. Pero también nos ha llamado la atención en los rasgos asiáticos de Júbilo, ya que ni en los cómics ni en la serie original eran muy distintivos. Así que se agradece, y mucho.
Y, aunque todavía no han tenido tiempo para brillar, ahora solo falta darles tiempo de crecer en cada episodio semanal que estrene Disney Plus. 'X-Men '97' puede convertirse en la gran serie animada de la nueva Marvel, y es una base fundamental para volver a atraer al público hacia los mutantes. Porque siguen teniendo esa capacidad para sentirnos identificados con sus problemas para ser aceptados, y sobre todo, para cumplir el sueño de Charles Xavier: una sociedad en la que humanos y mutantes puedan convivir en paz. Ahora el sueño tiene que cumplirlo Magneto, y sabemos (porque hemos leído muchos cómics), que eso solo va a traer problemas en el grupo. Y nosotros estaremos ahí para verlo. ¡A mí, mi Patrulla X!
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