'TardeAR' destaca por la gran variedad de temas que abordan cada tarde. Este miércoles, Ana Rosa y sus colaboradores discutían en el espacio de Telecinco sobre cuáles son los artículos que más se suelen robar en los hoteles de lujo. Entre risas y confesiones de los presentes, hubo una historia que llamó la atención de los compañeros del magacín. Manuel Díaz El Cordobés confesó una anécdota personal en la que su mujer quedaba mal parada, y el programa no dudó en señalarlo.
El programa presentado por Ana Rosa quiso averiguar este miércoles qué es lo que más roba la gente en los hoteles de lujo. Albornoces, perchas, bolígrafos, son muchos los objetos que muchos se llevan de su estancia, y como dijo la presentadora para introducir el tema "los ricos y pijos también roban". Manuel Díaz se encontraba muy callado en el debate cuando uno de los colaboradores lo señaló por una historia que lo dejaba muy mal parado.
El Cordobés confiesa su historia más vergonzosa
"Hay un cleptómano en la mesa y se llama Manuel", adelantó uno de los compañeros, refiriéndose a Manuel Díaz El Cordobés, que se imaginaba ya por dónde iban los tiros. Cuando hablaron sobre qué se puede robar en los hoteles, el torero sugirió una bombilla led, a lo que Ana Rosa respondió "hay que ser tieso". Pero el cordobés escondía un secreto que los colaboradores no tardaron en sacar a la luz.
"Lo que yo hable fuera de aquí no me lo podéis reprochar. ¿Tenéis pruebas?", respondió Manuel ante las acusaciones de uno de sus compañeros, que cada vez iba cogiendo más ruido. "Aquí el señor Manuel robó una toalla", insistieron en la mesa. "No la robé porque me arrepentí", puntualizó el protagonista de la anécdota, que más tarde se revelaría al completo.
"Lo puso en el bolso de su mujer para que la regañasen a ella", señaló otro miembro del programa, en busca de dejar a El cordobés en evidencia. Entonces Ana Rosa, interrumpió la ronda de acusaciones para calmar el ambiente. "Tú tranquilo, porque aquí el que más habla es el que más peca", aseguró la presentadora.
"Fue una toallita, de esas que secan muy bien, muy finas. Dije: qué monería, y se la metí en el bolso a Virginia, en un parque de agua", explicó Manuel al resto de la mesa. Aún así, el torero confesaba que en el último momento se arrepintió. "Mi mujer no sabía que estaba la toalla. Entonces yo salí corriendo y le dije: Virginia, saca una toalla que he metió en el bolso. Lo reconozco", confesó el colaborador.
Una vez zanjado el asunto, continuaron hablando sobre los robos estrella de los hoteles, y mencionaron la frecuencia con la que la gente suele llevarse los botes de champú y gel. "Eso es para que te lo lleves", espetó Manuel Díaz El Cordobés, que rápidamente fue corregido por sus compañeros. El resto de los colaboradores insistió en que están para usarlos, no para que se lo lleven.
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