Laura Bozzo ha confirmado lo sospechado durante la emisión del canal 24 horas de 'GH VIP 8'. En el primer debate del reality con Ion Aramendi, se apreció una tendencia a censurar cualquier conato de bronca e insultos entre los concursantes. De hecho, se evitó emitir un gran rifirrafe entre la presentadora peruana y Luitingo, con quien la tensión es palpable.
La pelea entre ambos concursantes se pudo ver únicamente a través de la emisión 24 horas y el origen fue un "cállate" de malas formas de Laura Bozzo hacia el cantante. "Tú no eres nadie para decir quién tiene que hablar y quién no tiene que hablar", le recriminó un exaltado Luitingo.
La respuesta por parte de Laura no tardó en llegar. "Haz lo que se te cante la bola. Yo elijo mis peleas. No peleo con peso pluma, que yo soy peso pesado. Con un infante voy a pelear yo…", le replicó ella con cierto desdén. Más tarde, en el confesionario, Bozzo denunció discriminación: "Sacan lo peor de mí. Hay una cosa que no soporto. Ese niño (Luitingo) acá decían que no me iba a discriminar y lo primero que hace es decirme vieja por mi edad y me señala con el dedo". Pero El Súper le cortó al instante.
En definitiva, actos de censura que escamaron (y mucho) a los espectadores. Y lo cierto es que ha sido la propia Laura Bozzo quien ha sacado de dudas y ha constatado lo que muchos presagiaban: hay un nuevo código ético muy estricto para esta edición de 'Gran Hermano VIP'.
"Si lo que nos dicen al principio es no agresividad, no discriminación y no nada y lo primero que están haciendo es eso, porque de alguna manera llamarme vieja también es discriminación", se ha escuchado decir a la participante; confirmando así que recibieron directrices de la dirección fuera de cámaras de cara a un 'GH VIP' más amable y tranquilo. Ya saben que la nueva Mediaset aboga por la tele blanca y familiar. Esa que, como decía su antiguo CEO Paolo Vasile, la gente no ve.
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