Explosivo capítulo de ‘La Promesa’ con la detención de este personaje clave en la serie

TVE ha emitido este jueves el capítulo 151 de 'La Promesa' en el que la guardia civil ha tenido que intervenir y detener a un personaje.

Escena del capítulo 151 de 'La Promesa'.
Escena del capítulo 151 de 'La Promesa'. | TVE

La Promesa‘ continúa liderando cada tarde en TVE. Este miércoles, la serie protagonizada por Ana Garcés, Arturo Sancho y María Castro, entre otros anotó un buen 11,4% y 1.031.000 espectadores liderando una vez más su franja de emisión frente a ‘Amar es para siempre’ y ‘Así es la vida’.

Lo hizo con un episodio en el que asistimos de nuevo a la marcha de Jana de La Promesa después de que la Marquesa haya vuelto a enviarla a la casa de los Duques de los Infantes, donde la última vez la doncella vivió un auténtico calvario al ser maltratada y esclavizada.

Pero si hubo algo que dejó a todos los fans de ‘La Promesa’ estremecidos fue el final con Gregorio tratando de envenenar a Pía tras descubrir que el hijo que espera el ama de llaves no es suyo. «No podía soportar la idea de que fueras a parir un hijo de otro. No sé quién es el padre, ni quiero saberlo, pero está claro que yo no soy y eso me consume por dentro. Yo te quiero a ti, pero no al niño», le advertía el mayordomo.

Gregorio, detenido tras intentar envenenar a Pía en ‘La Promesa’

Gregorio, detenido por la Guardia Civil en ‘La Promesa’.

Así, el capítulo de este jueves de ‘La Promesa’ comenzaba justo con la escena en la que se veía a Gregorio tratando de que Pía se bebiera la cicuta con la que ha estado envenenándola desde hace tiempo. «Déjame marchar Gregorio, me vas a matar, eso es lo que quieres», le pedía sollozando Pía. «No, lo único que quiero es que ese bastardo desaparezca de nuestras vidas para siempre. No vo a cuidar al hijo de otro hombre, bebe», insistía Gregorio mientras sujetaba a Pía del cuello.

Justo en ese momento, don Rómulo entraba en la habitación acompañado de la Guardia Civil, que termina deteniendo a Gregorio. «En nombre de la autoridad suelte a esa mujer de inmediato», le dicen los guardias mientras se lo llevaban. «Esta es la prueba de que este hombre quería matar a su mujer», destacaba por su parte Rómulo. «Suélteme», decía una y otra vez Gregorio mientras escupía a su compañero y Pía trataba de recuperarse.

Poco después, Gregorio, esposado, se dirigía a todo el servicio de La Promesa para expresarles su odio hacia ellos. «Llegué a esta casa para rescatarles de su ignorancia. Ustedes nunca lo supieron valorar. Seguirán siendo unos don nadies. Quédense aquí con su vida mediocre. Les deseo desde lo más profundo de mi corazón que se pudran en su miseria, en su mala fortuna», les soltaba. «Un malfario que nos acaba de echar, lagarto, lagarto, ojalá te explote en la cara mala víbora», espetaba Candela.

Pía, completamente derrumbada tras ser envenenada

Mientras, Pía aparece tumbada en la cama sin parar de llorar a la vez que Candela acude en su ayuda. «Pensé que era un buen hombre. Después de todo lo que pasé con quién ya sabe, pensé que al casarme con Gregorio los problemas terminaban y que la vida al fin me daría un poco de tregua», confesaba el ama de llaves entre sollozos. «La vida puede ser muy perra señora Adarre», le contestaba la cocinera.

«No dejo de pensar que hubiese pasado si el señor Baeza no hubiese abierto la puerta en ese momento. Candela fue Gregorio quien intentó envenenarme, mi propio marido. Fue dándome el veneno poco a poco por eso me sentía tan débil», le contaba Pía a su compañera y cómo había encontrado un bote de cicuta entre sus cosas. «Cómo pude ser tan tonta y no darme cuenta de lo que estaba haciendo. Yo creo que estaba tan falta de cariño que me dejé engañar. No pensé que me quisiera hacer algo a mí», sentenciaba.

Después es Rómulo quien les relata a todos los miembros del servicio lo que quería hacer Gregorio. «Su objetivo no era matarla a ella, era acabar con la criatura que llevaba en sus entrañas», contaba el mayordomo y cómo le había administrado veneno en pequeñas dosis en la bebida y en la comida. «Por eso estaba tan débil», aseveraba Teresa. «Ese es el peor crimen que puede cometer una persona, intentar asesinar a un bebé, a un ser inocente que no tiene culpa de nada», sentenciaba Petra.

Finalmente, Pía le contaba a Candela todos los planes de Gregorio. «Él supo que ese niño no era suyo desde un principio pero me engañó. Me dijo que quería casarse conmigo para ayudarme y para cuidar de mí y del bebé y que no quería que ese bastardo no tuviese padre. Eso me dijo pero él tenía otro plan mucho más maquiavélico. Llegó con sus buenas palabras, su buena cara y yo me dejé engatusar», proseguía contando Pía.

Shock absoluto en redes con el capítulo de ‘La Promesa’ y aplausos a María Castro

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