Así ha sido el icónico y duro final de ‘Succession’ que hace historia de la televisión

El drama empresarial de HBO MAX, 'Succession', llega a su final este 29 de mayo por todo lo alto, con todo el equipo entregado a la causa.

Succession
Los tres hermanos de 'Succession' | HBO Max

Aunque no queríamos que llegara este día… lamentablemente ha llegado. El 29 de mayo pasará a la historia como el día en el que vimos el final de una de las mejores series de la televisión: ‘Succession. La ficción de HBO MAX, creada por Jesse Armstrong, y producida por Will Ferrell y Adam McKay, se despide con su cuarta temporada, con la crítica alabándola y el público entregado. Es la gran serie de estos últimos años, convirtiéndose en una especie de ‘Juego de Tronos‘ empresarial. Y eso le ha granjeado un lugar de oro en el podio de las mejores series de la historia.

Y no exageramos, porque esta temporada final de ‘Succession’ ha sido brillante. Ha arriesgado, se ha manchado las manos, ha bajado al barro, ha luchado y ha salido triunfante. Su cinismo sigue intacto y su humanidad nos ha hecho llorar en muchas ocasiones. Y eso no solo es gracias a su factura impecable y sus guiones repletos de giros, sino también gracias a ese elenco de actores que ha dado lo mejor de sí. Empezando por un majestuoso Brian Cox y llegando hasta el primo Greg, al que da vida Nicholas Braun. Todas las piezas han ido encajando con precisión milimétrica, dejándonos con las dudas hasta el último momento. Pero ha merecido la pena. Vaya si ha merecido.

El precipicio final

Ya veíamos por dónde iban los tiros desde aquel magistral episodio 3, en el que Logan Roy, el gran patriarca y magnate tecnológico, fallecía de un infarto en su jet privado. Y sin sus hijos cerca. Los tres se auto culparon de su muerte (no incluimos a Connor. Connor siempre es a parte de todo), y acabaron admitiendo lo mucho que le querían, aunque le odiaran visceralmente. Menos Roman. Roman ahí empezó su deconstrucción final, de la que hablaremos más adelante.

Tras ese episodio, todo saltó por los aires. Los polluelos ya estaban fuera del nido, y ahora tenían no solo que valerse por sí mismos, sino demostrar al mundo que eran capaces de sustituir a su padre, de llenar sus zapatos. Spoiler: no ha sido así. Los tres lo han intentando con ahínco durante el resto de temporada. Con traiciones, con uniones de conveniencia, con soledades buscadas y no buscadas… Pero ninguno lo ha conseguido. Porque realmente, aunque no lo pareciera, lo querían los 3, pero el único que basaba su vida en ello era Kendall, y sus hermanos han sido capaces de verlo.

Pero no todo han sido los hermanos Roy. Porque la sombra de Lukas Mattson siempre ha estado presente, dinamitando la confianza entre ambos. Él simplemente ha sabido cómo jugar con todos para conseguir su propósito. Y si hay un claro vencedor de toda la guerra, ese ha sido Tom. Recordemos al personaje en la primera temporada, en la que era poco más que la comparsa de Siobhan. Una especie de mono de feria, blanco de las burlas, y que parecía no valer nada por sí mismo. Apoyándose en el bullying que ha hecho a Greg durante toda la serie, ha conseguido medrar todo lo posible… y al final se ha convertido en el jefazo de Waystar… o de GoJo, según cómo se mire. Lo dicho: ‘Succession’ sorprendiendo siempre hasta su final.

Kendall, el rey herido de muerte

El que más ha perdido en todo este ‘Juego de Tronos’ ha sido, sin lugar a dudas, el primogénito (volvemos a decir, no incluimos a Connor) Kendall Roy. Desesperado por conseguir la relevancia que tuvo su padre en vida, y con una obsesión malsana por demostrar a todo el mundo de que es capaz de ser alguien, ha acabado cayendo víctima de su propia ambición desmedida.

Kendall Roy, al borde de la locura. / HBO MAX

Y su caída ha dolido mucho. Sobre todo debido a este último capítulo, en el que Mylod (en la dirección) y Armstrong en el guión juegan con nuestros sentimientos de una forma casi rastrera. Y eso es ‘Succession’, y ha sido hasta su final. Darnos momentos tiernos entre los hermanos para luego romperlos sin ningún tipo de miramiento. Y ha dolido especialmente esa noche en la casa de su madre, con los tres decidiendo ir contra Matsson y unidos en la cocina a altas horas de la madrugada. Riendo los tres juntos. Quizá la única vez que les hayamos visto así.

El futuro de Kendall es incierto tras el final de ‘Succession’, con su paseo por el puerto de Manhattan, mirando a un bar embravecido, con la puesta de sol de fondo. Su vida se ha acabado, o tal y como él la concebía. Su única meta ya ha sido borrada del mapa. Ha perdido la empresa de su padre… y un futuro sobre construir su propio imperio. Ya se lo dice a Shiv durante su pelea final: «Si me quitas esto, me muero».

Siobhan, una victoria que sabe a derrota

Siobhan, por otro lado, es la que se ha encargado de jugar las mejores cartas, y todas le han salido mal. Decidió unirse a Mattson porque veía que sus hermanos la dejaban de lado. Por delante decían que contarían con ella, sí, pero por detrás tomaban decisiones sin consultarla. Era algo que tarde o temprano iba a explotar. Siobhan lo sabía, y decidió adelantarse. El problema es que, en su ansia por, como Kendall, demostrar que realmente vale, le entregó al enemigo todo: la información, los contactos, su confianza… Y Mattson decidió usarlo en su contra, dándole la patada justo en el último momento.

Siobhan Roy, tratando de encontrar su lugar. / HBO MAX

Su matrimonio con Tom está muerto casi desde que nació. Ambos lo saben, pero no habían sido capaces de verbalizarlo hasta que todo estalló por los aires. Aunque, una vez que ya se han dicho lo peor… ¿no pueden empezar de nuevo? Eso es lo que plantea el futuro para Siobhan. En su última escena, Tom y ella comparten coche para alejarse de Waystar tras la venta a GoJo. Tom le ofrece la mano. Siobhan no se la coge, pero tampoco la rechaza. Simplemente la pone encima. Matrimonio de conveniencia. Supervivencia. Lo que mejor se les da a los dos. Y lo han demostrado.

Así que quizá a Shiv le quede un as en la maga. Quizá estar dentro de GoJo pueda ayudarle a acabar convirtiéndose en lo que más desea. Pero todo dependerá de Tom. Cómo han cambiado las tornas respecto a cuando Logan estaba vivo, ¿no? Aunque ahora hay algo más que añadir a la ecuación. Un hijo en común. ¿Lo usará Siobhan como moneda de cambio, como chantaje? Ha demostrado que es capaz de cualquier cosa…

Roman, el único que sabe ver la verdad

Pero el personaje que ha tenido una evolución más interesante de los tres, ese sin duda ha sido Roman. Sobre todo porque ha sido el primero en darse cuenta de lo que realmente son. Y así lo dice tras la pelea entre los tres hermanos: «We are bullshit». Que vendría a significar algo a medio camino entre «somos mierda» y «somos unos impostores». Él sabe que han perdido, que lo han intentado pero que nunca serán como su padre. Nunca podrán llegar a su altura. Y, aunque ha tardado en saberlo, ha sido el primero en verbalizarlo… y en cuanto lo hace, por fin está en paz consigo mismo.

Roman Roy, viendo la realidad de su familia. / HBO MAX

La muerte de Logan fue la puntilla para el hijo pequeño. Fue al que más le afectó, sobre todo porque nunca dejó de hablar con él. Siempre estuvo a su lado, aunque a sus hermanos les dijera lo contrario. Él quería a su padre. Más que a nadie. Y su muerte le hizo darse cuenta, por primera vez, que estaba solo. Sus chistes homófobos, racistas y de humor negro ya no iban a tener cabida. Ya nadie iba a tolerarlos.

Él vota en contra de la venta a GoJo, porque cree sinceramente que los tres hermanos van a ir juntos hasta el final. Aunque en el fondo sigue pensando que debería ser él el que los liderara. Pero tras el giro en el voto de su hermana y, sobre todo, tras reencontrarse con Gerri, todo cambia por fin en su mente, y todo pasa a tener sentido. No solo se da cuenta que la ha cagado con Gerri y que no hay vuelta atrás, sino qu ve a Kendall tal y como realmente es, y se da cuenta de que les va a arrastrar tarde o temprano. Así que apoya a su hermana y decide dejar todo de lado. Realmente nunca quiso meterse en este embrollo de conglomerados tecnológicos y empresariales.

‘Succession’: un final duro pero necesario

Así que así llega a su final ‘Succession’. Ninguno de los tres hermanos consigue lo que quiere. En mayor o menor medida han aprendido lo dura que es la vida real. Se han comido entre los tres sin ningún tipo de reparo, y todos han acabado heridos de muerte. Menos Connor. Connor ha sido el más listo. Se ha quedado con la casa familiar en Manhattan y, si todo va bien, embajador en Europa. Y aunque sabe que su mujer realmente no le quiere, ¿qué más da? Le tolera y para él es más que suficiente. O eso ha aprendido de su padre toda la vida.

Succession
Los tres hermanos Roy. / HBO MAX

Waystar, después de tantas vueltas, acaba en manos de Mattson. Y al final esa fue la última voluntad de Logan: vender y dejar de preocuparse cada día de su vida por su empresa. Todo al final ha sido como una auténtica ópera apocalíptica. Pensábamos que iba a acabar bien, pero era negarnos la realidad. Ya solo con la brillante banda sonora, clásica a más no poder, deberíamos haberlo sabido desde el principio.

Se despide una de las mejores series de la historia de la televisión. Nos lo ha dado todo y, es verdad, nos ha quitado mucho, emocionalmente hablando. Pero pese a ello, no podía tener un final más adecuado, más cínico y más duro que el que le ha dado Jesse Armstrong.

Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram

Más Información

Miguel Ángel Muñoz, presentador de 'Pekín Express'.
Frank Cuesta no ahorra en calificativos contra Rodolfo Sancho tras lo visto en el documental

Archivado en

· ·