Pocas veces se ha visto algo igual en ‘First Dates’: un soltero se presenta y lo que hace pasma a Carlos Sobera

El camarero de ‘First Dates’ y Carlos Sobera se quedaron estupefactos con la reacción de un soltero nada más ver a llegar a su cita.

Chispas es lo que han saltado en la cita entre Óscar y Valentina este lunes, 16 de enero, en ‘First Dates’. Y es que, nada más ver llegar a su pareja de mesa, el soltero se ha quedado prendado de ella. Carlos Sobera abrió la puerta a una espectacular colombiana de 35 años, embutida en cuero.

«Me ha encantado. Espectacular. Me ha llegado al corazón», reaccionó Óscar, un granadino de 47 años. Sin más intercambio de palabras que sus nombres y dos besos, él hincó su rodilla en el suelo y le soltó: «¿Quieres casarte conmigo, mi amor?».

Tanto Matías, el camarero del programa, como Carlos Sobera se quedaron atónitos ante lo que acababan de contemplar: «¡Ya le estás pidiendo matrimonio!». El soltero, encandilado con su cita, sentenció: «Ya hemos terminado la cita. Ya hemos acabado».

Fuera de cámaras, Óscar se ha mostrado igual de emocionado: «Te lo juro que cuando la he visto he dicho: ‘Esta mujer es la mujer de mi vida para hacernos viejitos'». «Se te ve cara de buena persona y se ve que tienes buen corazón», se atrevió a decirle, mientras le miraba fijamente a los pechos en lugar de a los ojos.

Óscar, encandilado con Valentina: «Ya hemos terminado la cita»

Por su parte, Valentina también reconoció quedar encantada. Le gustó bastante, aseguró que olía superbién y que era demasiado caballero. A continuación, Carlos Sobera procedió a invitarles a pasar al restaurante para que siguieran conociéndose, pero Óscar siguió a lo suyo: «Madre mía, Carlos. Ya hemos terminado la cita. Ha sido un placer, nos vamos para Gijón».

El granadino se pasó toda la velada llamándola «mi amor», así como destacando todas las cosas que le decía su cita como las mejores. Algo que ella le agradeció: «Soy una mujer muy femenina y me gusta que el hombre que esté a mi lado me halague, me diga lo bonita que estoy y se preocupe en todo momento por hacerme sentir bien».

Poco después, ambos bailaron twerking muy pegados, casi se besaron en el reservado del restaurante y cenaron toda la noche con sus manos cogidas. Finalmente, y como era de esperar, los dos aceptaron tener una segunda cita.