Jorge Javier Vázquez se lamenta sobre su futuro en Mediaset: «Me están cerrando las puertas»

Jorge Javier Vázquez ha lanzado varias indirectas sobre su futuro en Mediaset ante las audiencias de ‘Sálvame’ y la próxima marcha de Paolo Vasile.

Desde que hace una semana saliera a la luz la marcha de Paolo Vasile de Mediaset tras más de 20 años como Consejero Delegado son muchas las voces que han cuestionado el futuro de ‘Sálvame‘ y hasta de Jorge Javier Vázquez. Y es que se habla de que con la marcha del italiano, Mediaset España dará un giro radical en su modelo tras perder el liderazgo de audiencia en favor de Antena 3.

Siendo consciente de todo lo que se dice de él, Jorge Javier Vázquez no se ha podido contener y ha bromeado sobre el asunto. Lo ha hecho tras salir del plató junto a Patricia Donoso buscando el almacén de Telecinco donde se guardan todos los decorados de los programas para encontrar la mesa en la que supuestamente la abogada tuvo relaciones sexuales con Mario Picazo.

De primeras, Jorge Javier Vázquez y Patricia se equivocaban de lugar y se metían en el almacén técnico en el que ponía un cartel de «vuelvo en 5 minutos». Pero rápidamente, David Valldeperas avisaba a Jorge Javier que se había equivocado de lugar y que tenía que ir más a la derecha. Era ahí cuando se daban de bruces con una puerta roja que estaba cerrada.

Así, Jorge Javier Vázquez y Patricia Donoso no paraban de dar golpes a la puerta pero sin conseguir que nadie les abriera. «Abre la casa», empezaba a gritar como loco el catalán. «Llama, porque hay alguien de mantenimiento», le avisaba Valldeperas a través del teléfono. «Por favor, soy Jorge Javier Vázquez», gritaba el presentador mientras volvía a dar golpes a la puerta con la mano.

«Claro, te digo una cosa, que mi nombre antes tenía importancia en esta casa, pero ahora ya no lo sé», soltaba de forma irónica Jorge Javier Vázquez. «¡Soy Jorge Javier!!, volvía a gritar. «Esto es una clara cosa de lo que va a suceder conmigo», apostillaba. «Me están cerrando las puertas en Mediaset», decía con sorna el presentador y haciendo como que lloraba. Y finalmente, conseguía que Roberto, un trabajador de mantenimiento, le abriera la puerta.