«No sé que más decir»: Joaquín Prat, al borde del llanto en ‘Cuatro al día’ ante lo que vivió en directo

Joaquín Prat entrevistó en ‘Cuatro al día’ a una madre y su hija afectadas por la erupción volcánica y el momento estuvo a punto de hacerle llorar en directo.

Este miércoles 29 de septiembre, un equipo de ‘Cuatro al día’ con Joaquín Prat al frente se ha desplazado hasta uno de los hogares improvisados en La Palma. Allí han podido charlar con Remedios y su madre, Otilia, de 88 años, afectadas por la erupción del volcán Cumbre Vieja.

«El susto me paralizó, pero en menos de 10 minutos estaba fuera de mi casa con una mochila con una muda para mis hijos. Fue un caos, atascos, los coches pitaban… yo no sé cómo llegué al pueblo», asegura Remedios en su entrevista con Joaquín Prat.

Bastante afectada y todavía con el susto en el cuerpo, la mujer explicó que «estamos los 5, mi madre y mis tres hijos, durmiendo en una habitación. Estamos desubicados: de estar en un lado, a estar en otro: de tener una vida, a no tener nada, a tener que partir de cero…». Por su parte, su madre contaba cómo había vivido la erupción de otros tres volcanes. Pero, «este ha sido el más malo», aseguraba Otilia.

«Lo estamos pasando muy muy mal… verte un día normal, al verte sin nada. Cada uno de mis hijos tenía su vida ya preparada… y ahora te ves que no tienes nada, ¿cómo les explico a los niños que ahora no sé si les voy a poder dar algo?», continuaba contando Remedios entre lágrimas.

La emoción de Joaquín tras la entrevista: «Nos estáis dando una lección. No sé que más deciros…»

Pero, sin duda, el momento de la entrevista que más emocionó a Joaquín Prat fue cuando la mujer habló de la solidaridad de vecinos y turistas: «Una señora pensionista me llamó, no sé cómo consiguió mi teléfono, porque quería hacerme un ingreso de 50 euros de su pensión. Yo le dije a la señora que yo no iba a permitir eso… pero al rato me llegó un bizum. Es una sensación tan bonita, a la vez que te llena el corazón».

Tras la entrevista, el presentador apenas podía articular palabra de la emoción. Con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, dijo: «Muchas gracias. Mucha suerte, que vaya bien dentro de lo que cabe. Nos estáis dando una lección de cómo uno intenta sobreponerse a tanta devastación… no sé tampoco que más deciros».