Rocío Carrasco ha hecho frente a las acusaciones de maltrato que recibió Fidel Albiac, donde Massiel también se vio implicada.
La cuarta entrega de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' ha costado de un episodio dividido en dos partes; donde Rocío Carrasco ha relatado cronológicamente la consecución de la custodia y la nulidad matrimonial con respecto Antonio David Flores en 2002 y la campaña que se gestó para denostar a Fidel Albiac a partir de entonces, en la que Massiel se vio salpicada.
Rocío consiguió la guarda y custodia de los niños, todo ello ratificado por la Audiencia Provincial de Madrid. Mientras que los fines de semana, Rocío y David Flores pasaban a estar bajo la tutela de su padre de forma alterna. Desde ese momento, Antonio David comenzó su campaña contra el que en ese momento era la nueva pareja sentimental de su exmujer.
"Esta persona cuenta que al niño se le obligaba a llamar papá a Fidel en casa. Y yo recuerdo que el niño le decía papá y Fidel le respondía: 'yo no soy papá, yo soy pepe'. Entonces el niño decía papá pepe", ha aclarado desmintiendo ese rumor que trató de extender torticeramente el excolaborador de 'Sálvame'.
Pero la cosa no quedó ahí porque también trató de deslizar que Fidel maltrataba a Rocío Carrasco y que no cuidaban a los niños. Y para ello utiliza incluso a Ro Flores para extraer información. "Él empieza a usar a la niña desde muy pequeña y hace eso porque es un cobarde. Porque si él sabe eso con certeza, el buen padre se hubiera ido a un juzgado", ha sentenciado.
Y añade: "Mi hija empezó a estar aleccionada desde muy pequeña para que llevara información y luego él manipularla, tergiversarla en un plató". Al mismo plató que pretendió llevar a Irma, la que fuera niñera de Rocío Carrasco, para que apuntalara la acusación de maltrato y contara lo que él previamente le indicaba.
"Fue una marioneta más. Irma, la tata de los niños. Llega un día a mi casa llorando y me dice que tiene que contarme una cosa que ha hecho mal. Ocurre el sábado 15 de abril de 2000". Se refería a que Antonio David le había ofrecido dinero para que a cambio fuera a 'Tómbola' y hablara mal de ella como madre y contara que había malos tratos de Fidel.
"Cuando ella me cuenta esto, deja de trabajar conmigo. No porque yo la eche. No la echo, porque considero que es un acto de buena fe que lo haya contado, pero se acaba marchando. Luego, terminaría sucumbiendo a Antonio David, supongo que necesitaba dinero y esta señora lo que hace es ponerse en contacto con José María Franco e ir a una revista y decirle al director que Fidel me maltrataba", cuenta.
"En esa revista le dicen que no pueden publicar semejante cosa sin una denuncia. Esta mujer se va al juzgado de Alcobendas y presenta una denuncia. Pero se archiva porque no tiene ni pies ni cabeza. Pero al final el titular existe, denuncia a Fidel por maltrato", lamenta.
A continuación, ha contado el episodio de Massiel, que llegó a elucubrar en televisión con que Rocío tenía un ojo morado, insinuando también la teoría del maltrato. "No tenía el ojo morado. Lo tenía negro porque me había pasado horas llorando. Y la otra (Massiel), otra marioneta más, con la que he tenido una relación maravillosa y a la que he querido mucho porque era amiga de mi madre, se deja manipular y embaucar", exclama.
"Él lo hace para que judicialmente vaya en contra de esa persona (Massiel) y le gane un dinero que le gané en primera y segunda instancia y en el Supremo. 60 mil euros. Pero él ya había conseguido lo que quería: el titular del ojo morado", vuelve a repetir.
"Él vuelve así a esconderse detrás de otras personas. Pero hizo eso con Massiel como lo hizo con Coto Matamoros, ahora con Kiko Matamoros, Raquel Bollo o Lydia Lozano… Me ha puesto en contra de productoras, programas, directores, colaboradores. Con lo que decía, nadie quería contar conmigo. Me aisló profesionalmente también", concluye.
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