ANÁLISIS | Semana del 28 de diciembre al 3 de enero de 2021
Por inercia, la audiencia en fin de año siempre es para TVE. No es ninguna sorpresa que la televisión pública sea la favorita de los españoles para comerse las uvas, pero este año lo fue por méritos propios.
No ha sido un año fácil para nadie, despedirlo es decir adiós a muchas cosas, y pocas buenas. Somos conscientes, o deberíamos serlo, que decimos adiós a 2020 pero todavía no a la pandemia. Y este es el mensaje que debía imperar en la última noche del año. Dejábamos atrás un año de mierda, pero no era momento de algarabías y grandes celebraciones. Mirar al futuro con esperanza sin dejar de ser conscientes de lo que todavía nos queda.
Las campanadas de TVE fueron las que mejor supieron transmitir el espíritu que reclamaba la llegada del nuevo año. Anne Igartiburu, y en especial Ana Obregón, fueron las maestras de ceremonias perfectas para encarnar todos los sentimientos acumulados en el último día del año. La tristeza, no podíamos dejarla a un lado y hacer ver que nada había pasado, pero también el agradecimiento a todos aquellos que nos hicieron más llevaderos los 12 meses de 2020.
Con una puesta en escena sobria, no era momento para fuegos artificiales, La1 se coronó como la más vista con un espectacular 29,2% de share y casi 6 millones de espectadores. La cadena supo dar importancia a lo que realmente la tenía. El mensaje estaba en el balcón, no en una plaza con un pegote de bandera puesta a última hora, ni en la actuación de Nacho Cano, que funcionaba mucho mejor como hilo musical para acompañar a las presentadores que como foco de atención.
Nada mal le fueron las cosas a Antena 3 que disputó la primera plaza de la noche con un 26,4%. Fue la opción favorita de todos aquellos que prefirieron olvidar y darse a la bebida, en vez de hacer balance de todo lo perdido. Un juego de niños que consistió en descubrir el vestido que escondía la presentadora bajo su capa. Lo de cada año, vamos. Pero si el outfit de la Pedroche pudo tener su gracia en celebraciones anteriores, en esta ocasión tanta superficialidad puedo llegar a atragantarse.
Telecinco optó por dar la guerra por perdida y convertir sus campanadas en una campaña promocional de Gran Canaria. Ya que no había nada que hacer en audiencias era mejor sacar algún provecho económico. Aunque todo hay que decirlo, Sandra Barneda estuvo sobresaliente en su tarea. Se nota lo bien que le ha sentado profesionalmente este año a la periodista catalana.
Y la noche anterior al 31 de diciembre tuvimos las ya tradicionales campanadas de Neox. Este año la pareja protagonista prometía muchísimo y la decepción fue tremenda. Marc Giró y Paca la Piraña son dos juglares de primer categoría, rapidísimo él y desternillante ella, pero en esta ocasión uno sufría al verlos. Un exceso de guión para dos reyes de la improvisación, demasiado corsé para dos asilvestrados de lo políticamente correcto.
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