Heidi Steinhardt, actual pareja de Anabel Alonso, no ha dudado en sentenciar el acoso de las redes en su cuenta de Instagram
Anabel Alonso y Heidi Steinhardt se convirtieron en madres el mes pasado al tener su primer hijo juntas tras casarse en secreto. Desde entonces, ambas están disfrutando de la maternidad, tal y como demuestran en sus redes sociales, aunque a Anabel siempre se le escapen zascas a políticos. No obstante, parte de las redes han sacado su lado más retrógrado para arremeter contra ellas.
El pasado 10 de agosto, Alonso colgó una imagen junto a su pequeño. “Caras que lo dicen todo”, describió la actriz. En ella se la veía junto a su hijo y, por este motivo, sus seguidores corrieron a comentar la bonita instantánea, que también le sirvió para recibir comentarios homófobos característicos de tiempos pasados.
Ha sido su mujer la que, a través de su Instagram, ha querido denunciar uno en concreto: “Y yo me pregunto si el niño será igual de feliz cuando pregunte por su padre”. La argentina, a raíz de este comentario, ha reflexionado sobre la felicidad y los ataques que están sufriendo. “La libertad es lo más cercano a la felicidad. Y lo más preciado que pudimos conquistar a lo largo de los siglos", empezaba.
Lejos de acabar ahí, la mujer de Anabel Alonso ha proseguido: "El prejuicio es lo más cercano al infierno. Y lo infernal a nadie gusta, creo. El mundo está cambiando y los intolerantes pronto seréis minoría. Lo ideal sería estar a la altura del cambio social, acompañarlo y estimularlo. Lo contrario, atrasa”. Así de dura ha sentenciado a los homófobos que, por desgracia, en estos tiempos siguen presentes en nuestra sociedad.
Ha proseguido asegurando que “la maternidad y la paternidad no son patrimonio de la heteronorma, no son patrimonio de la religión ni de la cultura, de la política ni de las costumbres, tampoco de la biología”. “La mapaternidad es patrimonio del amor. Y el amor es potencialmente una acción al alcance de todos, para darlo y para recibirlo”, ha añadido.
Para acabar, la argentina ha sacado los colores a los intolerantes y ha recordado a la sociedad que queda mucho por luchar por los derechos LGBT y que es una obligación nuestra dejar un mundo mejor a las generaciones futuras: "Gracias por mostrar la arista putrefacta de la sociedad, porque así podremos marcar el rumbo de lo que todavía hay que transformar para que todes nuestres hijes, todas las generaciones futuras, puedan ser parte de una sociedad más justa, más equitativa y más amorosa donde los derechos no estén sesgados por quienes aún creen que pueden decir a los demás cómo deben vivir su vida".
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